Esta lección «cero» está aquí por si te consideras novato total y necesitas aprender todos los conceptos básicos. Igualmente, si ya tienes cierto nivel, pero prefieres repasar el vocabulario técnico y otros elementos básicos, este repaso es para ti.

Conclusión: Si crees que no vas a tener problemas en seguir el curso por falta de conocimientos básicos, esta lección te la puedes saltar. En caso contrario, empecemos por lo básico:

ANÁLISIS TÉCNICO

1. EL ANÁLISIS TÉCNICO

EL ANÁLISIS TÉCNICO

El análisis técnico es una herramienta dentro de todo nuestro sistema de especulación que nos permite ver a través de gráficos de precios la realidad actual y pasada de un activo que estemos pensando negociar.

Dicho más claramente. Con el análisis técnico, aprendemos a ver en los gráficos si nos conviene comprar o vender un determinado valor.

Tener un gráfico en la mano y saber interpretarlo te dará una ventaja abrumadora sobre todos aquellos que ponen su dinero en Bolsa sin preocuparse por el aspecto técnico del valor que van a comprar.

El análisis técnico no nos revela el futuro, pero nos da muy buena base para poner nuestro cerebro a funcionar. Con unos cuantos datos objetivos (que extraeremos del gráfico) y un poco de sentido común (que yo te ayudaré a desarrollar) podremos jugar a este juego de probabilidades con los dados cargados a nuestro favor.

¿Acertaremos siempre? Ni de lejos. Fallaremos muchas veces; pero muchas menos que si fuésemos a ciegas, que si nos fiásemos de las noticias o que si siguiésemos recomendaciones y rumores, aunque estas vengan, no ya del vecino del 5º, sino del propio Wall Street Journal.

Los gráficos de análisis técnico pueden parecer liosos, pero yo te enseñaré a ver en ellos oportunidades de las que te puedes aprovechar.

Ya verás como, rápidamente, estos gráficos se vuelven mucho más claros para ti y empiezas a ver en lugar de mirar.

Además, no es preciso saber todo el análisis técnico del mundo para sacar ventaja en el mercado. Con cuatro ideas bien claras puedes llegar francamente lejos.

En cualquier caso, quiero que tengas siempre claro que el análisis técnico es sólo una herramienta. Por sí mismo no es suficiente para ganar dinero en Bolsa. Necesitas algo más.

Ese algo más es una mentalidad adecuada, una correcta gestión del capital, un estricto control del riesgo y un programa de mejora continua.

Si a todo esto, le sumas destreza técnica, entonces sí que estás preparado para competir en el mercado.

Léete este cartelito, porque es muy importante:

Éxito = Mentalidad + Gestión del capital + Control de riesgo + Mejora continua + Técnica

Ten muy claro que si te falta cualquiera de estos ingredientes, no tienes la menor posibilidad de sobrevivir en el mercado.

2. LA PLATAFORMA DE GRÁFICOS

LA PLATAFORMA DE GRÁFICOS

Para conseguir la mayoría de los gráficos que necesitemos en cada momento y para realizar todos nuestro análisis utilizaremos ProRealTime.

ProRealTime es un programa de análisis de gráficos que escogemos porque tiene estas ventajas: Es gratis y 100% funcional para datos que no sean en tiempo real.

Es muy potente y completo.

Lo utiliza mucha gente y cada vez se extiende más, por lo que está en constante desarrollo y mejora.

No obstante, la plataforma de gráficos es lo que menos importa de todo. Desde luego, el software empleado nunca va a marcar la diferencia entre un buen trader y un mal trader.

Así que, si ya conoces otro entorno de gráficos y te sientes más cómodo con él, adelante. Seguro que serás capaz de trasladar todo lo que yo te cuente a tu programa preferido sin grandes complicaciones.

Realmente, lo más importante de un programa de gráficos es que no te moleste ni te distraiga para que tú puedas hacer lo que tienes que hacer, que es entender cómo está el mercado.

Te dejo este artículo para que veas cómo tengo yo configurado mi entorno de trabajo con ProRealTime. Te recomiendo ponerlo igual si no te quieres complicar mucho al principio.

3. EL PRECIO (Y EL VALOR)

EL PRECIO (Y EL VALOR)

El movimiento del precio es lo que va a determinar si nosotros ganamos o perdemos dinero en Bolsa. La verdad es que, aunque compramos y vendemos participaciones de empresas, o materias primas, o fondos, o productos derivados de todo esto, lo que finalmente nos importa es que el gráfico avance rápidamente y sin brusquedades.

Así pues, debemos tener claros algunos conceptos respecto al gráfico de precios.

El precio refleja todas las verdades que llevan a la gente a comprar y vender, tanto a las manos fuertes como a los pequeños inversores y especuladores. Si, por cualquier motivo, conocido o desconocido por nosotros, previsible o inesperado, alguien decide comprar, eso se reflejará en el gráfico como una subida del precio. Cuanto mayor sea la cantidad de dinero que se mueva en esta operación, mayor será también la huella que deje en el gráfico.

Por lo tanto, es importante que te des cuenta de que no necesitamos, es más, no queremos, saber los motivos por los que el precio se mueve.

Lo de que de verdad queremos es ver a tiempo que el precio se mueve y actuar en consecuencia. Los por qués no nos importan.

Así pues, olvídate de las noticias, olvídate de los fundamentales, olvídate de los rumores, olvídate de las recomendaciones, olvídate de todo lo que no sea mirar el gráfico con tus propios ojos y extraer tus propias conclusiones. Todo lo demás es ruido y el ruido te perjudica, no te ayuda. La verdad está en el gráfico; olvida los fundamentales y las noticias.

El precio es un animal un tanto extraño. Su gráfico no se mueve como el resto de gráficos a los que estamos acostumbrados, que pueden evolucionar según unas pautas rígidas marcadas por las leyes de la física.

Un gráfico de precios evoluciona sólo por la ley de la oferta y la demanda. Si hay mayor presión compradora que vendedora, las órdenes de compra van anulando a las órdenes de venta y el precio sube para buscar contrapartida a las órdenes de compra que han quedado sin cubrir.

Cuando el precio baja es por el mismo motivo: Las órdenes de venta superan a las de compra y el precio baja en busca de compradores para los vendedores que no encontraron con quién hacer negocio.

De todos modos, se ha demostrado matemáticamente, que el movimiento del precio no es aleatorio. Esto quiere decir que, aunque no es fácilmente predecible, tampoco es totalmente caótico.

Sabemos que el precio oscila. Y aquí es cuando tenemos que diferenciar entre el concepto de precio y el concepto de valor.

Cuando se cierra una compraventa a un precio determinado (que es el que marca el gráfico en ese instante), es porque dos personas han considerado que han pagado y cobrado el precio justo por el activo que negocian. De otro modo, no habrían cerrado la operación.

Dicho con otras palabras, cuando hay una compraventa, es porque ambos operadores consideran que el activo vale lo que cuesta. Es decir, que el precio coincide con el valor.

Pero aún hay más: Date cuenta de que, en realidad, todo el mundo que está de forma activa en el mercado en ese momento, también está de acuerdo con el precio, pues si alguien considerase que no es así, aprovecharía él mismo para comprar o vender lo que para él sería una ganga.

No obstante, el consenso sobre el valor es algo que va cambiando con el tiempo. Cuanto más nos alejamos y con mayor perspectiva miramos el gráfico, mejor nos damos cuenta de dónde está el precio y dónde el valor.

Sin embargo, detrás de los movimientos del precio están personas, y las personas se mueven por emociones. Estas emociones son la avaricia, la euforia, el miedo y el pánico. Por ello, el precio no se mueve suavemente buscando el valor, sino que el precio se pasa constantemente por encima y por debajo del valor.

El precio está continuamente oscilando en torno al valor, aproximándose a él y alejándose de nuevo. Utilizaremos este hecho como nuestra mejor herramienta para estimar el movimiento futuro del precio.

El precio oscila, alejándose y acercándose al valor constantemente.

Detrás de los movimientos del precio hay siempre personas; por eso, en todos los mercados se producen los mismos patrones y el precio se comporta de manera similar.

Todos los mercados se parecen mucho y todos los gráficos de precios se parecen mucho.

Esto te permite aprender a especular en mercados de bajo riesgo, como por ejemplo el de acciones del IBEX35, para luego evolucionar a mercados mucho más arriesgados como pueda ser el de futuros sobre índices o el mercado de divisas.

Recuerda: El gráfico refleja la consecuencia de todos los motivos del mundo que mueven el precio. Por lo tanto, olvida las noticias, los fundamentales, los rumores y las recomendaciones. Céntrate solamente en lo que tus ojos vean en el gráfico.

El precio no es aleatorio, pero es bastante impredecible. Aún así, sabemos que oscila, alejándose del valor y regresando él constantemente.

Pueden formarse tendencias o fases laterales. Nos interesa capturar las tendencias y escapar de las fases laterales.

Como los gráficos son fractales (se parecen todos entre sí) puedes aprender a especular en mercados de bajo riesgo para luego, si te interesa, progresar a entornos más agresivos.

4. SOPORTES Y RESISTENCIAS

SOPORTES Y RESISTENCIAS

Vamos a ver qué son los soportes y resistencias, por qué son tan importantes y como podemos encontrarlos rápidamente.

En el gráfico de precios, los soportes y resistencias son niveles o alturas en los que el precio se frena. Lo normal es que rebote en ellos, pero a veces, si va con fuerza, el precio logra cruzarlos. La única diferencia entre un soporte y una resistencia es que el soporte queda por debajo del precio y la resistencia está por encima. En el fondo, son la misma cosa.

Como sabes, el precio se mueve por la diferencia entre compradores y vendendores. Por ejemplo, cuando hay más compradores que vendedores, el precio sube. Además, cuanto mayor es esta diferencia, más rápidamente sube el precio.

Las resistencias (al igual que los soportes), se forman allí donde se acumulan las órdenes de compra y venta de los especuladores e inversores. Por eso, cuando un precio que avanza libremente se aproxima a uno de estos niveles, al encontrarse con una avalancha de órdenes, la diferencia entre compradores y vendedores se reduce drásticamente, por lo que el precio se frena o incluso cambia su rumbo.

Así pues, los soportes son buenos lugares para comprar y las resistencias lo son para vender; puesto que mucha más gente lo hará contigo y probablemente el precio se dé la vuelta en ese punto.

Compra en soporte. Vende en resistencia.

Debes saber que una resistencia superada se convierte en soporte y que un soporte roto se vuelve resistencia.

Esto es así, porque los soportes y resistencias son los puntos en los que la mayoría de la gente gana y pierde dinero; así que es en esas zonas donde se volverán a acumular órdenes de compra y venta en el futuro.

Cuando analizas un gráfico, tu primera misión es marcar los soportes y resistencias más relevantes.

Señalar los soportes y resistencias es lo primero que debes hacer.

Marcaremos siempre los soportes más importantes primero. Para ello, subiremos el marco temporal un nivel.

Por ejemplo, si estamos estudiando el gráfico diario, nos pasamos al semanal y marcamos los soportes allí. El gráfico diario los heredará automáticamente.

Sin embargo, si los marcásemos en el gráfico diario, no se verían en el semanal.

Hay soportes donde el precio rebota y donde el precio se estanca (áreas de congestión).

Los soportes no son líneas perfectamente definidas, sino más bien áreas difusas. Además, no son rígidos, sino que tienen flexibilidad, pues pueden ser perforados brevemente y, aún así, conservar su validez.

Ahora pasamos al gráfico diario y marcamos otros soportes y resistencias de menor importancia. Podrás ver como se muestran los soportes más relevantes que habíamos colocado en el gráfico semanal.

También hay soportes en mitad de las grandes velas o en los gaps (en los huecos que deja el precio cuando se mueve demasiado rápido).

Además, normalmente encontraremos soportes en los números redondos, aunque esto tiene más relevancia cuando nos movemos por precios bajos, como por ejemplo 5, 8, 10…

Recapitulamos: Los soportes y resistencias son la estructura esencial para entender el movimiento del precio. Nos marcarán muy bien dónde comprar y dónde vender. Por eso, lo primero que tenemos que hacer cuando analicemos un gráfico, es marcar los soportes y resistencias más relevantes. Sin lugar a dudas, tener clara la estructura de soportes y resistencias es lo más valioso que puedes obtener del análisis técnico. Todo lo demás que veamos, serán añadidos sobre esta base.

5. VELAS JAPONESAS

VELAS JAPONESAS

Hoy por hoy, existen numerosas formas de representar la evolución del precio en un gráfico. Sin embargo, hay uno que se ha convertido en el estándar del siglo XXI: El de velas japonesas.

Esto es así porque entrega mucha información de un vistazo.

Las velas japonesas se interpretan así:

En cada vela, las sombras marcan el máximo y el mínimo y, por el color, sabemos cuál es el extremo del cuerpo que señala la apertura y cuál el cierre. Las verdes corresponden a periodos alcistas, donde el cierre se produce a un precio superior al de apertura. En las velas rojas, ocurre al contrario. A qué periodo equivale una vela es algo que elegimos nosotros. En este caso, como estamos con un gráfico diario, cada vela es un día.

Las velas no tienen por qué ser verdes y rojas. También pueden ser transparentes y negras o cualquier otro par de colores claramente distinguibles.

Lo genial de las velas japonesas es que, cada una, te cuenta una historia. Pero es que además, cuando te fijas también en las velas vecinas, esa historia tiene aún mucho más sentido.

Hay quien quiere hacer difícil lo fácil y bautiza a cada vela con nombres raros como «marubozu», «harami» o «doji», asignándole a cada una propiedades específicas que se supone que hay que memorizar.

Eso es una enorme pérdida de tiempo, porque las velas japonesas, son extremadamente intuitivas.

Lo que sí podemos hacer es clasificar las velas en tres grandes grupos según su forma para reconocer qué es lo que está haciendo el precio. Vamos a ver estos tres tipos de velas:

Velas arrolladoras: Son más grandes que las demás. Suelen tener mucho cuerpo y poca sombra. Revelan un avance del precio sin titubeos. El precio se mueve con fuerza y velocidad.

Velas nifunifá: Todo lo contrario que las anteriores. Suelen ser pequeñas y más o menos simétricas. Pueden tener mucho cuerpo y poca sombra, mucha sombra y poco cuerpo o mitad y mitad, eso es lo de menos. El caso es que nos están diciendo que el precio no está avanzando gran cosa, sino dejando pasar el tiempo.

Velas quieroynopuedo: Son velas que encierran un cambio en el sentido del precio. La apertura y el cierre coinciden o casi coinciden y la sombra es larga y está sobre todo hacia un lado. Estas velas revelan que el precio quiere continuar avanzando, pero no puede. Alguien se ha empeñado en que el precio dé la vuelta, y eso deja huella en la vela correspondiente.

Has visto de qué forma tan sencilla podemos entender qué pasa dentro de cada vela para descubrir los movimientos internos del precio.

Pero lo mejor de las velas japonesas está en que forman patrones con sus velas vecinas, dándonos aún muchos más detalles sobre lo que se está cociendo bajo los movimientos del precio.

Al igual que sucedía con las velas sueltas, hay quien bautiza a ciertos grupos de velas con nombres nombres exóticos como «estrella del amanecer» o «bebé abandonado» y asigna a cada uno de estos nombres una serie de características para que te las aprendas de memoria.

Una vez más, lo mejor es olvidarse de todo eso y aplicar un poco de sentido común para aprender a entender cualquier grupo de velas de un vistazo.

Recuerda: Las velas japonesas nos dan una idea de lo que pasa dentro de cada periodo. Es un error no aprovecharlo, pues son muy intuitivas.

El precio sólo puede hacer tres cosas: Avanzar, pararse o cambiar de rumbo. Estos tres tipos de acción son muy fáciles de reconocer si nos fijamos en cada vela y sus vecinas. No te vuelvas loco con nombre exóticos.

En estos dos artículos tienes mucha más información sobre velas japonesas:

6. GAPS (HUECOS)

GAPS (HUECOS)

Como bien sabes, el precio sube cuando alguien quiere comprar y no encuentra vendedor que negocie a ese precio. En ese caso, el comprador tendrá que resignarse y comprar un poco más caro, accediendo a pagar el precio del vendedor más próximo.

Hay ocasiones en las que el precio más próximo ofrecido no es el inmediato siguiente al actual, sino que hay un salto.

Por ejemplo, si la última negociación se cerró a 17,17 y yo quiero comprar a 17,17, pero ya no quedan vendedores dispuestos a darme ese precio, es de esperar que pueda comprar por 17,18. Si no lo consigo, y tengo que pagar, 17,25 (por ejemplo), entonces en el gráfico de precios se ve un salto (porque el precio realmente nunca pasó por 17,18 hasta 17,24). Eso es un hueco o, en inglés, un gap.

Este efecto se puede producir tanto al alza como a la baja, dependiendo de si lo que escasean son vendedores o compradores.

Un gap (hueco) es un salto en el gráfico de precios.

Los saltos en el precio se suelen dar por una avalancha de órdenes de compra o de venta que superan repentinamente a su contrapartida.

En el caso de velas diarias, es muy frecuente que la gente lance órdenes al mercado por la noche, cuando éste ya está cerrado.

Estas ordenes se ejecutan de golpe a primera hora del día siguiente, tras la apertura.

Si, por ejemplo, en el informativo de la noche, la televisión anuncia una mala noticia, es posible que mucha gente lance órdenes de venta que se ejecutarán durante los primeros minutos de la jornada siguiente, no habiendo suficientes compradores para cubrir toda esa oferta repentina y produciéndose un gran hueco bajista entre las velas de esos dos días.

Existe la leyenda de que los huecos siempre se cierran.

Esto quiere decir que, cuando se forma un hueco al alza, en poco tiempo el precio bajará para volver a pasar por la zona que dejó sin cubrir y viceversa con los huecos bajistas.

Esto es totalmente falso.

Si bien es cierto que hay huecos que tienden a cerrarse, hay otros que jamás lo hacen.

No todos los huecos se cierran.

La clave está en entender por qué se forma el hueco y, sobre todo, quién ha formado el hueco.

Vamos a clasificar los gaps en cuatro categorías:

Los gaps chispa:

Son huecos producidos por los tiburones de la Bolsa. Ponen enormes cantidades de dinero sobre la mesa y negocian un número inmenso de acciones. De repente, el precio pega un salto dejando un hueco.

Estos gaps suelen marcar el inicio de una tendencia y no suelen a cerrarse. Se sabe que estos huecos son de este tipo porque en el volumen se ve un gran pico, correspondiente al enorme número de acciones que mueven los tiburones de golpe.

Los gaps de velocidad:

Cuando una buena tendencia ya está en marcha, la gente se abalanza sobre ella, disparando aún más el precio y formándose así un hueco.

Estos gaps suelen coincidir con la mitad del recorrido de la tendencia y también van respaldados por un buen volumen, aunque casi siempre este volumen proviene de la masa que se lanza copiando lo que hacen los demás.

Los gaps de sprint final:

Son una variante de los anteriores y estos sí que se cierran. Son provocados por los más despistados, que se lanzan a comprar al final de la tendencia, justo cuando el precio está llegando a una resistencia o soporte importante.

Los gaps mentirosos:

Estos también suelen cerrarse. Se reconocen porque casi nunca tienen reflejo en el volumen. No llevan a ningún sitio y suelen ser maniobras de despiste provocadas por las manos fuertes.

Como ves, no todos los gaps son iguales ni todos los gaps se cierran.

Así que, si estás atento y sabes reconocer a qué tipo de gap te estás enfrentando, estarás en condiciones de ganarle la partida al resto de los participantes.

En este artículo tienes más información sobre los gaps:

7. TENDENCIA Y FASES LATERALES

TENDENCIA Y FASES LATERALES

Vamos ya con uno de los conceptos más importantes del trading: El de tendencia.

Tener muy claro cuál es la definición de tendencia es mucho más importante de lo que parece. Verás por qué:

Cuando uno se pelea con el precio para ganar dinero, lo primero que trata es de adivinar hacia dónde se dirigirá éste. Pero, después de mucho luchar, uno entiende que no se trata de eso, que se trata de reaccionar. Si el precio sube, compramos, y si baja vendemos. El problema es que esto nunca está muy claro en el mismo momento que está sucediendo, porque el precio se mueve de forma un tanto errática, con mucho ruido por el medio.

La idea es que sólo podemos ganar dinero si hay tendencia. Si el precio avanza un poco, pero rápidamente desanda el trayecto, el único que gana dinero es nuestro broker.

Así que empezamos a volvernos locos con sistemas para detectar cuándo se forma o se pierde una tendencia, por ejemplo utilizando directrices de tendencia, o medias móviles o indicadores más sofisticados como el ADX.

El problema de todo esto es que es lento, demasiado lento. Normalmente, hacen falta muchas velas japonesas para que una media móvil cambie su rumbo, se perfore una línea de tendencia o el ADX de señal de pérdida de tendencia.

El secreto, está en las propias velas.

Por favor, quiero que prestes atención a esto que te estoy contando ahora. Ya lo sé, las definiciones teóricas son un ladrillo insoportable; pero esta, esta tienes que sabértela de memoria y entenderla bien entendida. Si no, estás perdido:

Se define tendencia cuando tenemos una secuencia de máximos y mínimos coherentes. Por ejemplo, hay tendencia alcista si el precio, al avanzar, va dejando máximos crecientes y mínimos crecientes.

Igualmente, hay tendencia bajista cuando los máximos y los mínimos son decrecientes.

Por otra parte, y esto en sí mismo también es una definición, estaremos en una fase lateral cuando no haya tendencia. Es decir, el lateral se define como la falta de tendencia. Grábatelo a fuego.

Los laterales son tramos en los que el precio no suele avanzar gran cosa y siempre están en el medio de dos tendencias. Si las tendencias son del mismo signo (por ejemplo, tendencia alcista, tramo lateral, tendencia alcista) a este lateral se le llama consolidación. Es como un descanso antes de seguir la marcha.

En cambio, si el lateral une tendencias de signo opuesto, entonces es cuando a estos tramos laterales se les llama suelos y techos.

Hazte un favor, no te dejes engañar por quien te diga que la tendencia la señala cualquier otra cosa que no sea una secuencia de máximos y mínimos coherentes. Es mentira. La tendencia está en el propio precio, y todos lo demás son aproximaciones.

La definición de tendencia y de lateral nos valdrá para saber cuál es la mejor estrategia a aplicar en función del estado del mercado. Tener bien claros estos conceptos nos permitirá adaptarnos al mercado con mucha más velocidad.

8. NIEBLA EN LA ÚLTIMA VELA

NIEBLA EN LA ÚLTIMA VELA

Cuando tú miras un gráfico de precios las tendencias saltan a la vista. No importa el tipo de trading que hagamos, lo que queremos es capturar una tendencia. Si el precio no avanza no hay beneficio.

¿Cómo es posible que siendo tan obvias las tendencias de los precios nos cueste tanto ganar dinero en Bolsa?

Es tan sencillo como comprar cuando el precio comienza a subir y vender cuando deja de hacerlo.

Lo cierto es que no tiene nada de sencillo. Si ya has probado a operar en Bolsa conocerás perfectamente la niebla de la última vela. La buena noticia es que, en gran parte, este problema se puede resolver.

En esta imagen podemos ver un precio que oscila ampliamente. Sin duda, alguien que haya comprado y vendido en los momentos adecuados habrá ganado mucho dinero.

Pero lo cierto es que nunca podrás saber de antemano si te encuentras al principio, en el medio o al final de una tendencia. Es más, ni siquiera puedes decir a priori si el precio se encuentra en una tendencia o acaba de entrar en una fase lateral, sin tendencia.

En otras palabras, estás sufriendo la niebla de la última vela. Si tuvieses que poner tu dinero en juego, desde luego no estarías totalmente cómodo ni comprando, ni vendiendo, ni dejando escapar la oportunidad de ganar mucho dinero. Y es que en retrospectiva siempre es fácil saber cómo se debería haber actuado, pero cuando toca poner el dinero encima de la mesa no estamos tan seguros.

El precio casi nunca cambia su movimiento bruscamente. A veces está en tendencia y otras veces en fase lateral. El problema es que nunca sabemos bien dónde estamos ahora.

Si estamos en una tendencia alcista, no hay modo de saber si la última vela, que es justo la vela sobre la que tenemos que decidir, es precisamente la última vela de la subida, o si la tendencia va por la mitad, o si acaba de empezar. Por eso, tienes que entender, y esto es muy importante, que nunca compraremos en el mínimo, ni nunca venderemos en el máximo, porque necesitamos entrar un poco en el tramo siguiente, para darnos cuenta de que nuestro tramo de interés ha terminado.

Voy a repetirlo: Es imposible saber en tiempo real si estamos justo en la última vela de la tendencia o, si por el contrario aún queda mucho recorrido. Es imposible saber si la vela en la que estamos pertenece a un tramo lateral o no hasta que este tramo ya tiene cierto tamaño respecto a la tendencia anterior. Por lo tanto, nunca compraremos en el mínimo ni venderemos en el máximo. Siempre hay que entrar un poco tarde y salir un poco tarde.

De todos modos, la diferencia entre sobrevivir en el mercado o morir ahogado está en ser preciso a la hora de reconocer rápidamente cuándo estamos en tendencia y cuándo no. El objetivo es reducir al máximo nuestro tiempo de respuesta a la hora de detectar cambios en la tendencia, tanto para entrar como para salir del mercado.

Si nunca podemos saber dónde estamos exactamente, ¿cómo reunir la confianza para entrar y salir? Has visto que, cuando toca poner el dinero en juego, miramos a la última vela y nos encontramos con una gran incertidumbre. Nos vamos a equivocar la mayor parte de las veces. Y es que, encima, nuestra objetividad se esfuma. De repente, encontramos miles de razones a favor de comprar y otras tantas a favor de vender, lo que nos lleva a preferir no hacer nada. Una maravilla, vamos.

¿Cómo lo resolvemos?

Con un sistema de trading. Esto quiere decir, que estableceremos de antemano qué condiciones tiene que cumplir un valor para que a nosotros nos interese comprarlo o venderlo.

Así, de paso, sabremos cuando lo adecuado es no hacer nada, que por cierto es tan o más importante que saber si debemos comprar o vender.

De ese modo, eliminamos la inseguridad en nuestras decisiones. ¿Esto quiere decir que acertaremos siempre? Ni de broma. Nos equivocaremos muchas veces.

Lo bueno, es que lo haremos todo siempre igual. Y, precisamente, esa forma de hacerlo siempre igual, es lo que nosotros podemos mejorar y entrenar, hasta que se convierta en una máquina de hacer dinero.

Para superar la niebla de la última vela debemos establecer y desarrollar nuestro sistema de trading.

9. INDICADORES TÉCNICOS

INDICADORES TÉCNICOS

Los indicadores técnicos son añadidos al gráfico de precios que, en su mayoría, sirven para darle un tratamiento visual distinto a los cinco datos que tenemos en cada periodo.

¿Qué cinco datos tenemos? Apertura, cierre, máximo, mínimo y volumen. No hay más.

Aunque parezca que no, cinco datos son muchos datos. Especialmente porque tenemos cinco datos por cada vela en el gráfico y no podemos atender a todo.

Por ejemplo, a grandes rasgos, lo que nos interesa para controlar la evolución real de un precio es fijarnos en sus cierres y pasar por alto los momentos de nerviosismo en los que da bandazos, antes de cambiar de sentido. Pues bien, eso lo conseguimos con una media móvil fácilmente. De golpe, pasamos de tener un montón de datos a una información útil.

Muchas veces, los datos en bruto esconden secretos. Secretos que, a primera vista, no podemos detectar. Los indicadores están para eso, para sacar a la luz ciertas relaciones entre los datos que mirando a las velas y a las barras de volumen son muy difíciles de descubrir. La información está en los datos, pero hay que encontrarla.

No te engañes, los osciladores no son más que una fórmula matemática aplicada sobre los datos originales que a veces desvelan detalles ocultos… en los datos históricos. Es decir, sea lo que sea lo que descubramos con los indicadores, ya pasó. Los indicadores no pueden predecir el futuro.

Esto que estoy diciendo, y que parece tan evidente, a mucha gente le cuesta entenderlo de verdad, con todas sus consecuencias.

Por eso, porque los indicadores revelan relaciones del pasado, no importa qué combinación de señales se den en los indicadores, no van a implicar nada de cara al futuro.

Por ejemplo, si la media móvil tiene pendiente positiva, el RSI está en zona de sobreventa y el MACD está por encima de cero, tú puedes pensar que el precio va a subir… Y estarás en un error.

Lo que sucede es que, en nuestra experiencia, tú y yo hemos visto que, cuando se dan todas estas circunstancias, suele ser un buen momento para comprar, porque el precio en el pasado ha subido más veces de las que ha caído. Nada más que eso.

Si tú tienes presente que estamos jugando en el dominio de las probabilidades y que, cuando se den esas circunstancias en un determinado contexto, lo vamos a interpretar como una ventana de oportunidad de compra y señal de entrada en nuestro sistema de trading, entonces sí estaremos haciendo las cosas bien.

Hay tres tipos de indicadores: Los seguidores de tendencia, los osciladores y todos los demás. En realidad, en el grupo «todos los demás» hay multitud de tipos, pero no vale la pena complicarse clasificándolo todo.

Verás, los seguidores de tendencia se fijan en lo más evidente del precio. Distinguen entre «subiendo» y «bajando». Los osciladores, hacen lo contrario. No les importa lo que está haciendo el precio, sino dónde está. Distinguen entre «caro» y «barato».

No hay que ser muy listos para saber que queremos comprar barato cuando el precio sube y vender caro cuando el precio baja ¿verdad?

Pues sólo por eso hacemos la clasificación de indicadores en tendenciales, osciladores y todos los demás: porque para comprar barato subiendo o vender caro bajando, te vendrá muy bien tener un seguidor de tendencias y un oscilador.

En el fondo, si sabes lo que tienes y por qué lo tienes, te será muy fácil construir y depurar la parte técnica de un sistema de trading apoyado por indicadores.

Seguidores de tendencia son las medias móviles, MACD, el histograma de MACD o la zona de valor. Osciladores son el estocástico, RSI, la R de Williams o force index.

Te dejo más información sobre los indicadores en este artículo:

10. MEDIA MÓVIL. QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE

MEDIA MÓVIL. QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE

Una media móvil es un indicador técnico del tipo seguidor de tendencias. Sin duda, es el indicador más conocido y utilizado por todo el mundo. No obstante, poca gente sabe cómo utilizarlo bien.

Matemáticamente, la media móvil no es más que un promedio del precio que se va actualizando con el tiempo. El parámetro de ajuste más importante de una media es el número de periodos que tiene en cuenta para hacer ese promedio.

Por lo tanto, cuanto mayor sea la longitud de la media, más lenta y torpe será esta, pero a su vez, menos se dejará engañar por el ruido de mercado.

Por otra parte, podemos variar un poco la fórmula matemática de esta media móvil, de modo que no le dé el mismo peso a los valores antiguos que a los recientes. Esto es una idea estupenda para aprovecharnos de la inercia de una media móvil larga, pero que se adapta rápidamente a los nuevos cambios, pues los últimos datos influyen más en el cálculo de la media. A este tipo de medias se les llama ponderadas.

Hay muchos tipos de ponderaciones posibles. La más típica es la exponencial, que le da mucho más peso a los últimos valores.

Estas medias son muy ágiles y yo las suelo utilizar con frecuencia.

Hay otros tipos de medias ponderadas, con ponderaciones lineales, o por volumen, o incluso más complejas. No obstante, aunque está bien saber estas cosas, el número de periodos de una media móvil o su tipo de cálculo, son aspectos que no importan en absoluto. Ahora verás por qué.

Una media móvil es un indicador técnico y, como todo indicador técnico, su misión es ayudar visualmente a interpretar los movimientos del precio y resaltar oportunidades en el mercado. Así pues, una media móvil tiene una utilidad visual. Una vez ajustada, y esto lo hacemos siguiendo un criterio estético y no matemático, no nos importa en absoluto de cuántos periodos sea la media o si se trata de una media simple, exponencial o ponderada por volumen. Lo único que importa es que se ajuste bien y nos dé buenas señales.

Para saber cómo ajustar una media móvil, tenemos que saber qué es lo que queremos que nos muestre. Una vez que tenemos eso claro, toqueteamos los parámetros de la media móvil hasta que da buenas señales en el pasado reciente, de modo que nosotros podemos esperar que siga haciéndolo más o menos bien en el futuro próximo.

¿Qué nos puede mostrar una media móvil?

Dos cosas: La tendencia del precio y dónde se encuentra el valor.

Vamos con la tendencia:

Se trata simplemente de mirar la pendiente de la media móvil. Si apunta hacia arriba, es alcista y si apunta hacia abajo es bajista. Si está cambiando constantemente, entonces el mercado está en una fase lateral.

Yo aconsejo siempre darle dos colores muy diferentes a las medias para distinguir bien cuándo suben y cuándo bajan.

Debes tener en cuenta que lo que nos dice la media móvil es una aproximación de lo que pasa. Si quieres asegurarte de la tendencia, comprueba que haya máximos y mínimos crecientes (o decrecientes). De todos modos, como aproximación está muy bien, pues de un golpe de vista tenemos muy claro el sentido del precio.

Así pues, la primera forma de utilizar una media móvil es comprar y vender en los cambios de color.

Pero la media móvil tiene una propiedad mucho más interesante que la de mostrarnos la tendencia, nos puede decir dónde se encuentra el valor. A esto es a lo que yo llamo «el efecto magnético de la media móvil».

Si recuerdas, habíamos quedado en que el precio siempre revolotea en torno al valor. Pocas veces coincide con él, pero siempre vuelve a él. Así que, si damos por buena la idea de que el valor se encuentra en la media móvil, sabemos que el precio volverá una y otra vez a encontrarse con ella. Hasta cierto punto, esto nos permite predecir los movimientos del precio.

Espero que ahora entiendas que preguntas como ¿Cuál es la mejor media para el IBEX35? ¿La media simple de 20 días es mejor que la ponderada de 30? son preguntas absurdas.

Quiero que te quede claro esto: La mejor media es la que mejor se adapta a tu gráfico y tienes que ajustarla en todos y cada uno de los gráficos que te encuentres y pretendas analizar en serio. La misma media en distintos gráficos funciona mal.

Ajustarla es muy fácil, así que hazlo por sistema.

11. DIVERGENCIAS

DIVERGENCIAS

De la mayoría de los indicadores técnicos no sólo nos interesa su valor puntual, sino también su forma.

Las divergencias son contradicciones visuales entre cómo se mueve el precio y lo que un indicador nos muestra.

Por ejemplo, si el precio sube, pero el indicador baja, tenemos una divergencia. Esta divergencia nos está avisando de que la subida del precio no es auténtica y que, muy probablemente, las cosas cambiarán pronto.

Al principio cuesta un poco encontrar las divergencias pero, una vez que tienes el ojo entrenado, afloran de la pantalla para gritarte a la cara.

Los indicadores de tipo oscilador, como Force Index, RSI, Williams %R o estocástico, suelen presentar divergencias espectacularmente fiables y precisas. No estar atentos a ellas es un pecado.

Pero, antes de nada, vamos a aprender a identificar divergencias:

Encontrar divergencias no es más que una cuestión de fijarse en los máximos y en los mínimos, tanto del precio como del indicador.

La idea a tener en mente es que el que manda es el indicador, no el precio.

Así que, si el precio sube, pero el indicador baja, tendremos una divergencia bajista y sabremos que el precio bajará.

Para encontrar divergencias bajistas, buscamos dos máximos crecientes en el precio y comprobamos si el indicador los confirma, también con dos máximos crecientes, o los desmiente, con dos máximos decrecientes. Si los desmiente, entonces tenemos divergencia bajista y sabemos que el precio bajará.

Del mismo modo, para localizar divergencias alcistas, buscamos en el precio dos mínimos decrecientes. Si el indicador muestra en ese mismo punto dos mínimos crecientes, tenemos divergencia alcista y sabemos que el precio subirá.

Tengo que recordarte que la Bolsa es un juego de probabilidades. Como todo en el trading, las divergencias no son infalibles. Tenlo en mente.

Quiero decirte también que las divergencias son una ayuda increíble para afinar el mejor momento para entrar en el mercado y salir de él, pero no puedes decidir únicamente en base a ellas. La estructura de soportes y resistencias tiene que acompañarte siempre.

Aquí te dejo más información sobre las divergencias y un ejemplo real:

12. OSCILADORES. CÓMO UTILIZARLOS Y AJUSTARLOS

OSCILADORES. CÓMO UTILIZARLOS Y AJUSTARLOS

Los osciladores son indicadores técnicos espectacularmente útiles, pues nos ayudan a encontrar los mejores momentos para entrar en el mercado y salir de él. Entre los osciladores más conocidos están el estocástico, RSI, Williams %R y Force Index aunque hay muchos otros (y constantemente se están desarrollando nuevos osciladores)

Empezaremos por el estocástico, RSI y la %R de Williams:

Estos tres indicadores técnicos tienen muchas cosas en común, los tres son osciladores y los tres tienen un aspecto muy parecido. Aprendido uno, aprendidos todos, aunque luego uno vaya más fino que otro según en qué casos.

Los osciladores de los que hablamos se parecen entre sí porque todos tienen tres zonas claramente diferenciadas por dos líneas horizontales. La de arriba es la zona de sobrecompra (que significa caro), la de abajo la de sobreventa (que es lo mismo que barato) y la del medio, bueno, pues es la zona del medio.

Básicamente, el oscilador oscila; y tiende a subir cuando el precio sube y a bajar cuando el precio baja. Lo que ocurre es que el precio puede subir indefinidamente, pero el oscilador no, pues llega a su techo rápidamente. Cuando esto sucede, cuando el precio sigue avanzando pero el oscilador ya no le puede copiar porque se le acaba el espacio (tanto subiendo como bajando), se dice que el oscilador está saturado.

Estos osciladores cuando mejor funcionan es cuando están saturados (por eso la zona del medio no tiene nombre, porque vale de poco).

Vamos a ver cómo podemos utilizar cualquiera de estos tres indicadores para extraer dinero del mercado. Lo primero que vamos a tratar es el uso básico de estos osciladores: Comprar barato y vender caro.

Este es el sueño de cualquier especulador y la verdad es que podemos lograrlo con cierta facilidad ayudados por estos osciladores.

Lo único que hay que hacer es, en tendencia alcista o en una amplia fase lateral (pero nunca en tendencia bajista) comprar cuando el oscilador señala «barato» y vender cuando nos indica «caro». Fácil ¿a que sí?

Si no queremos complicarnos la vida, lo mejor que podemos hacer es comprar cuando el oscilador cruza la línea de «barato» (saliendo de la zona de sobreventa y entrando en la del medio), no tocar nada mientras el oscilador sube y vender justo cuando éste cruza la línea de «caro».

Por supuesto, este método es reversible para hacer dinero en tendencias bajistas vendiendo (corto) caro y comprando barato.

Esta forma de operar es extremadamente eficaz, pero tiene el problema (relativo) de que, suele dejar bastante dinero encima de la mesa que nos podríamos haber llevado. Esta técnica suele sacarnos de la operación antes de tiempo.

¿Podemos mejorar esta técnica?

Podemos, pero tenemos que hilar mucho más fino.

El problema radica en que, cuando la tendencia es fuerte, el oscilador se satura rápidamente y permanece en este estado mientras el impulso no se debilite. En realidad, nos estamos perdiendo la mejor parte.

Si estamos en una clara tendencia alcista mantendremos la forma de entrar de antes, con la particularidad de que, si queremos arriesgar un poco más, no necesitamos esperar a que el oscilador aflore por encima de la línea de sobreventa, pudiendo comprar tan pronto como nuestro indicador entre en la zona de «barato».

Pero el intríngulis de esta técnica no está en la entrada, sino en la salida (que es cuando realmente hacemos caja). La idea es no vender tan pronto como el oscilador se sature, sino aguantar un poco más ¿Cuánto más? Esta es la pregunta del millón de dólares.

Se trata de no vender mientras el precio no alcance una resistencia relevante y/o en el oscilador no aparezca una divergencia bajista.

Una vez más, esta técnica es reversible y también se puede utilizar para ganar dinero cuando la Bolsa baja.

Por último, añadir que las divergencias de los osciladores suelen ser muy precisas, así que podemos utilizarlas también en el momento de entrar para redoblar nuestra confianza en la operación.

Algunas observaciones:

Por algún motivo totalmente desconocido para mí, la configuración por defecto de RSI o Williams%R suele ser de 14 periodos.

Este es un número enorme.

Los comportamientos más precisos en Williams %R los observo entre 2 y 7 periodos y RSI entre 3 y 10. Por supuesto, como todos los indicadores del mundo, éstos también hay que ajustarlos para todos y cada uno de los gráficos que analicemos.

Ya para terminar, comentar lo de siempre: Esta técnica, aunque muy buena, no es infalible. Asegúrate de controlar bien el riesgo para no llevarte grandes disgustos.

Calibrarlos:

Ya sabes que todos los indicadores técnicos deben ser ajustados para todos y cada uno de los gráficos que pretendamos analizar.

No existen números mágicos que funcionen para todos los casos. Sin embargo, calibrar un oscilador es mucho más sencillo de lo que parece, sólo hay que saber qué quieres ver y toquetear hasta que el indicador te lo señale.

Comúnmente, querrás que tu oscilador te marque con precisión los mejores puntos para abrir tu posición y que muestre claras divergencias antes de los virajes importantes.

Voy a utilizar RSI como ejemplo, pero lo aquí expuesto es extensible a cualquier otro oscilador y, en realidad, a cualquier otro indicador conocido o por conocer.

Imagina que queremos utilizar RSI para detectar los mejores momentos para comprar en esta tendencia alcista:

Sabes que RSI te recomienda comprar cuando está por debajo de la línea horizontal más baja. Así que sólo tienes que hacer una cosa, jugar con los valores de RSI (en este caso el número de periodos y, si quieres, la altura de las líneas horizontales) para que te indique cuándo comprar dándote el mínimo de señales falsas y sin dejar escapar demasiadas oportunidades de compra.

Force index:

El indicador Force Index (o índice de fuerza) lo inventó el Dr. Alexander Elder, que es un trader autor de varios libros altamente recomendados. Es uno de mis osciladores preferidos porque es muy preciso y sensible.

Puedes encontrar en ProRealTime el indicador Force Index  como «Fuerza (índice)».

Como todos los buenos indicadores, Force Index, tiene una construcción muy sencilla. Se trata, simplemente, de graficar la pendiente entre los últimos dos precios, multiplicada por el volumen implicado.

Sin embargo, Force Index no se usa así, recién salida de la fórmula. Hay que aplicarle una media móvil (preferentemente, exponencial). Esta media puede ser muy corta, de 2 periodos, o medianamente larga, de 13 periodos (por ejemplo). Estas dos configuraciones estándar las define su autor y serán las que utilicemos en general.

La EMA2 (media móvil exponencial de 2 periodos) de Force Index sirve para unas cosas y se utiliza de manera diferente que la EMA13.

Comencemos por la EMA2:

Sirve para localizar el punto de entrada en nuestras operaciones. Si estuviésemos pensando en una operación a favor de la tendencia principal en el precio, se abrirían largos cuando la EMA2 de force index se hiciera negativa o se abrirían cortos cuando fuera aflorase al lado positivo.

A veces, también avisa para salir mostrando divergencias con el precio. Si los picos superiores de la EMA2 bajan, esto es, si el segundo es menos pronunciado que el primero, pero el precio sigue subiendo, Force Index nos está avisando de que el precio va a caer y de que es momento de cerrar largos. Al revés también sirve: Si los picos inferiores suben, es decir, el segundo es menos pronunciado que el segundo, aunque el precio siga bajando, quiere decir que el precio no tardará en virar al alza, por lo que recomienda cerrar cortos.

Respecto a la EMA13 de Force Index:

Esta media móvil de Force Index representa las alternancias en el poder entre alcistas y bajistas.

Si la EMA13 está normalmente por encima o por debajo de la línea de cero, indica que hay tendencia, alcista o bajista. Si está oscilando alrededor de esta línea, avisa de que estamos en un mercado lateral.

Así, si la EMA13 vuelve a marcar un pico en la misma mitad en la que estaba (positiva o negativa), quiere decir que lo más probable es que la tendencia continúe. Si se cambia de bando, suele marcar el final de una tendencia.

Además, las divergencias entre el precio y la EMA13 avisan de virajes fuertes en el precio.

Hay un caso especial, que es el de la divergencia alcista con un gran pico negativo de la EMA13 de force index.

Cuando aparece este pico hacia abajo en la EMA13, está señalando que el mínimo correspondiente en el precio se va a volver a alcanzar (o superar) pronto. Cuando esto sucede, muchas veces, se genera una divergencia con la EMA13 en forma de doble suelo, avisando de una importante subida.

Este es uno de los casos en los que el comportamiento humano no es simétrico (miedo/avaricia) y, en general, no sirve aplicarlo para grandes picos positivos que formen divergencias bajistas.

Te dejo un par de enlaces que te ayudarán a configurar osciladores:

13. FORTALEZA RELATIVA

FORTALEZA RELATIVA

La fortaleza relativa es un parámetro que utilizamos para comparar un gráfico con otro. Básicamente, un precio es más fuerte que otro cuando sube más que el otro.

Esto tiene sentido, por ejemplo, entre los valores del IBEX35. En un día malo, casi todos los valores caen. Pero no todos caen del mismo modo. Incluso hay valores que se mantienen o suben levemente. Estos valores son los más fuertes, al menos en relación con sus compañeros que se están hundiendo mientras ellos sobreviven.

Tenemos un indicador que va tomando nota de estas diferencias. Se llama fuerza relativa, y va acumulando las diferencias en las subidas y en las bajadas de un gráfico respecto a otro.

El indicador de fuerza relativa cobra especial sentido cuando comparamos muchos gráficos con uno de referencia fijo. Por ejemplo, si comparamos los 35 valores del IBEX35 respecto al propio índice IBEX35, descubriremos cuáles son más fuertes, cuáles son más débiles, cuáles se están haciendo fuertes ahora, etc.

Todo esto nos vendrá muy bien para escoger lo mejor de lo mejor en nuestra estrategia de medio plazo.

Te dejo un enlace para saber más sobre este indicador y cómo añadirlo al gráfico:

GESTIÓN DEL TRADING

1. GESTIÓN DEL TRADING

GESTIÓN DEL TRADING

Todo el mundo persigue el gran secreto para tener éxito en los mercados financieros.

Yo te voy a dar ese secreto. Verás que, contra todo pronóstico, no es algo demasiado sorprendente. Sin embargo, si este secreto se desconoce, uno está condenado a dar vueltas en círculos, perdiendo dinero en Bolsa año tras año.

Si te fijas, uno tiende a pensar que el secreto del éxito en Bolsa está en encontrar esa combinación mágica de precio e indicadores que harán que, indefectiblemente, el precio se mueva en una dirección totalmente predecible. Así, la gente investiga e investiga y va probando diferentes indicadores, con distintas configuraciones.

Si bien, esto puede tener cierta lógica, lo cierto es que el precio se mueve con frecuencia haciendo lo contrario de lo que la mayoría se espera.

Es verdad que hay momentos en los que lo más probable es que el precio rebote y hay otros momentos en los que lo más probable es que el precio siga avanzando en el mismo sentido. Sin embargo esto, por si solo, no es suficiente para hacer dinero en Bolsa.

¿Cuál es el secreto para ganar en la Bolsa?

El secreto reside en que debes gestionar tu trading como un sistema. Como un conjunto de módulos que debes integrar y hacer trabajar en equipo.

Esto es algo parecido a un equipo de fórmula uno. De nada te sirve tener al mejor piloto, si tu coche es una castaña. De nada te vale tener el mejor coche, si, al parar en boxes, los mecánicos tardan toda la tarde en cambiarte las ruedas. De nada te sirve tener a los mecánicos más hábiles, si la estrategia de carrera está mal planteada. Necesitas que no falle ninguna parte.

Utilizando este ejemplo de la fórmula uno, ahora quiero precisar dos conceptos importantes más sobre la idea de la gestión del trading como sistema:

Por un lado, ya sabemos que no puede fallar ninguno de los módulos de tu sistema.

Pero es que, además, hay una componente de azar. Imagina que todos los de tu equipo lo hacéis bien, pero se pone a llover inesperadamente o hay un accidente y tu coche se ve involucrado sin comerlo ni beberlo. Puedes perder la carrera aún haciéndolo todo bien.

Por último, debes saber que tampoco es preciso tener al mejor piloto, el mejor coche, los mejores mecánicos, la mejor estrategia y toda la suerte del mundo para ganar el campeonato. Si todos los módulos de tu sistema están a un buen nivel, bastará con ser consistentes para ganar el mundial y probablemente un buen número de carreras. Es decir, hay que hacerlo bien siempre. Todos.

Por lo tanto, resumimos los tres conceptos que conforman el secreto del éxito en Bolsa:

1.- Todas las partes de tu sistema deben ser buenas. Por mucho que optimices una, si descuidas tan sólo una de las otras, no llegarás a ninguna parte.

2.- Pese a todo, hay una componente de azar. Es posible perder de vez en cuando aún haciéndolo todo bien.

3.- No basta con hacerlo bien. Hay que hacerlo bien siempre. Mostrar consistencia y regularidad haciéndolo todo bien.

Con estas tres ideas sí puedes saber si te mereces ganar dinero en Bolsa.

Y ahora, pasamos de lo general a lo particular:

Para ganar dinero en Bolsa, tienes que hacerlo todo bien ¿Qué significa todo? ¿Cuáles son los módulos de tu sistema?

Son estos: Una mentalidad adecuada, destreza técnica, control del riesgo, gestión de capital y mejora continua.

Todos estos bloques tienen que ser buenos. Si lo haces bien en cada una de estas disciplinas entonces verás buenos resultados antes o después. Si fallas en uno sólo de ellos, entonces te hundirás sin remedio.

La mentalidad es lo más importante. Tener claras tus prioridades, dejar tu ego fuera de juego, tener paciencia, etc., son el primer eslabón de la cadena.

Por otra parte, la destreza técnica: Entre otras cosas, tienes que desenvolverte bien con la plataforma de gráficos; necesitas ciertas nociones de análisis técnico, conocer bien tus indicadores y manejar bien los distintos tipos de órdenes al broker.

Control del riesgo: Tienes que saber dónde colocar tus órdenes de entrada y de salida, tienes que aprender a mover tu stop loss conforme se desarrolla la operación, tienes que elegir los instrumentos financieros más aptos para tu operativa. Tienes que saber retirarte a tiempo y también apretar a fondo cuando es preciso. Sobre todo, tienes que no quemarte mientras aprendes a jugar con fuego.

Gestión de capital: Consiste en saber cuánta carne poner en el asador en cada momento. Calcular cuánto compras y cuánto vendes y de qué. Cuánto dinero pones en juego y en qué mercados lo pones.

Mejora continua: El mercado cambia y tú debes adaptarte a él. Tú cambias y también debes adaptarte a ti mismo. Tu aprendes y debes afianzar lo aprendido. Se trata de documentar tus operaciones y mantener bajo control ciertos números, ciertos parámetros que te dirán de forma objetiva qué tal lo estás haciendo y por dónde puedes mejorar. La mejora continua no es una opción, es una necesidad para sobrevivir en el mercado.

Todo esto se puede hacer de forma profesional. Ninguno de estos módulos puede fallar. No se trata de ser el que más indicadores conozca o el que mejor maneje la plataforma de gráficos, se trata de no meter la pata en ninguno de los aspectos clave. Es es el verdadero secreto del éxito en Bolsa.

Recuerda que, aún haciéndolo todo bien, tendrás numerosas operaciones perdedoras. No pasa nada, forma parte del juego.

Esta es una guerra de probabilidades.

No se trata sólo de hacerlo todo bien. Hay que hacerlo todo bien siempre, con regularidad, con consistencia. Esto nos llevará a que las probabilidades se conviertan en buenos resultados sostenidos en el tiempo.

Como ves, no es un secreto increíble, ni supone una revelación espectacular. Sin embargo, si no tienes esto claro, te puedes obsesionar durante años con optimizar un bloque de tu sistema cuando te fallan otros.

2. LA MENTALIDAD ADECUADA

LA MENTALIDAD ADECUADA

Tener una mentalidad adecuada para enfrentarse al trading es lo más importante de todo. Sin ella no puedes triunfar en los mercados. Es imposible.

No importa que seas muy bueno técnicamente, si arriesgas demasiado. Acabarás arruinado.

No importa que realices muy buenos análisis, si no te mantienes fiel a tu sistema. Acabarás agotado (y arruinado).

No importa que ganes una millonada, si te confías en exceso. Acabarás arruinado.

No importa que localices muy buenos valores, si no eres capaz de esperar a comprar en el momento oportuno. Acabarás arruinado.

Tener claro tu mapa mental de prioridades y actitudes es la llave para que no te suceda lo que le sucede al 90% – 95% de la gente que se mete en esto: que acaba arruinada o con su capital seriamente dañado.

Al mercado no le va a importar que seas un experto o un novato total. Si eres mejor que la media y lo haces bien, extraerás dinero del mercado. Si fallas en algo, el mercado te sacará el dinero a ti.

Lo importante es sobrevivir mientras se aprende. Y las estadísticas muestran que la inmensa mayoría no lo consigue. La mayoría se pierde por el camino. Y todo, por no amueblar la cabeza correctamente.

Te voy a dar las cinco claves para que adoptes la actitud que te llevará al éxito:

Primera clave:

1.- Lo primero y más importante de todo es distinguir que hay dos fases: La de aprender y la de ganar dinero. Son distintas y están completamente separadas.

Salvo casos excepcionales, en los que estés asistiendo a este curso por mera curiosidad, tú estás por completo en la primera fase: en la de aprender.

Primero hay que aprender. En esta fase se pierde dinero, tiempo y esfuerzo. Pero si se hace bien esto no será un gasto, sino una inversión, pues se avanza hacia la segunda fase, en la que recuperaremos con creces lo invertido.

Piensa que el mercado está repleto de profesionales. Si quieres competir con ellos, tienes que ser tan bueno como ellos. Un médico, un director de orquesta o un ingeniero no se forman en dos días. No puedes pretender leerte un libro y ya estar a la altura de los que llevan varios años depurando su técnica. Así pues, es fundamental que comprendas que, para llegar a ser capaz de extraer dinero del mercado, primero tienes que pasar por una etapa de aprendizaje.

El objetivo de este curso no es que te hagas millonario, sino que el tiempo, el esfuerzo y el dinero que pierdas aprendiendo se reduzcan al mínimo. Yo estoy aquí para que tú no te pierdas por el camino.

Por eso, grábate a fuego que ahora tu prioridad es aprender, no ganar dinero.

Esto te lo puedo decir de muchas formas, pero tienes que digerirlo y entenderlo bien.

Cuando realizas tus primeras operaciones en Bolsa, quieres ganar dinero. Es natural. Sin embargo, tienes que mantener presente en tu cabeza que una operación sólo será una buena operación si la has ejecutado con profesionalidad, respetando por completo tu sistema, independientemente de si ganas o pierdes dinero.

Una operación en la que pierdes dinero puede ser una magnífica operación. Si tú lo has hecho bien, no importa que pierdas porque, si continúas realizando buenas operaciones, tarde o temprano los beneficios superarán a las pérdidas.

Sin embargo, si no eres fiel a tu sistema, si improvisas, si rompes tus propias reglas, aún ganando increíbles cantidades de dinero en una operación, ésta será una mala operación. Si no tienes claro este concepto, pensarás que eres un genio y repetirás estos mismo errores otra vez. El mercado se encargará de que devuelvas lo ganado y diez veces más.

Recuerda: Tu prioridad es aprender, no ganar dinero.

Vamos con la segunda clave para una mentalidad adecuada:

2.- Mantén siempre tu riesgo al mínimo.

Este es el principio de la autoescuela: Las primeras veces que coges un coche, lo haces con un monitor al lado. El coche tiene espejos duplicados y pedales duplicados. No se te permite pasar de 80 por hora durante el primer año. Todo esto se hace con un fin muy claro: minimizar el riesgo de que te estrelles.

Esto mismo sucede en trading. La realidad del asunto es que cometerás un montón de errores. Constantemente ¡Lo vas a hacer mal! Cuanto más arriesgues más te dolerá el golpe al equivocarte.

Por eso, empieza a operar en el mercado de acciones, y no en el de futuros o en el de divisas. No tiene sentido aprender a conducir en un Fórmula 1 ¿verdad?

Aunque puedas apalancarte, debes escapar de esa posibilidad como de la peste. Apalancarse es multiplicar el riesgo, y sólo te servirá para fulminar tu cuenta en muy poco tiempo. Si, en lugar de acciones, utilizas CFD, estará bien hecho siempre y cuando no te apalanques ni lo más mínimo.

Para minimizar el riesgo, debes empezar a operar con cantidades modestas. No se trata de ganar dinero, se trata de ejecutar bien tus operaciones.

Si notas que te sientes incómodo con tus pérdidas, quiere decir que estás moviendo demasiado dinero en tus operaciones. Corta eso rápidamente y vuelve a operar en pequeñito hasta que empiece a irte bien.

Otro aspecto en el que no puedes fallar es en respetar tu stop loss. Esté donde esté, bien colocado estará y, una vez que has entrado en la operación, ese stop loss es tu salvavidas. Pase lo que pase, deja que te saque de la operación si es que el precio lo alcanza. Esta regla no la violes jamás.

Recuerda: Para que un aprendiz sobreviva en la jungla, sólo tiene una alternativa: moverse con pies de plomo. Reduce el riesgo en todo lo que hagas. Escoge siempre la alternativa que te exponga al riesgo mínimo.

Tercera clave de una actitud correcta:

3.- Disciplina de hierro.

Tomar decisiones en tiempo real es muy difícil. Sobre todo en un entorno de arenas movedizas como son los mercados financieros. Por eso, lo mejor es tener un método y ceñirse a él.

Estoy seguro de que estás conmigo en esta idea. Sin embargo, decirlo es mucho más fácil que hacerlo.

Primero, tienes que desarrollar tu sistema de trading y luego aplicarlo con disciplina. El problema es que, cuando lo apliques, te encontrarás constantemente con lagunas y fallos de ese sistema.

Así, te encontrarás rápidamente sumido en un proceso de ensayo y error en el que, mientras tanto, recibirás golpes del mercado constantemente.

Yo no puedo desarrollar por ti el que será tu sistema de trading perfecto. Ese sistema sólo puedes alcanzarlo y depurarlo tú con el paso de los años. Pero sí que puedo ahorrarte la gran mayoría de las complicaciones y dificultades.

Lo que voy a hacer es darte mi sistema de trading. Es un buen sistema y funciona muy bien. Al principio, me ha costado mucho tiempo, mucho esfuerzo y mucho dinero desarrollarlo, pero ahora me está dando magníficos resultados.

Aunque es verdad que siempre hay una parte de nosotros que estará investigando y mejorando el sistema de trading, una vez llegado a un sistema hecho y derecho, lo que hay que hacer es respetarlo, con disciplina de hierro.

Respetar tu sistema de trading no es una opción. Si quieres triunfar en el mercado, tu única alternativa es respetar el sistema. Cuando los demás duden y corran en círculos, tu consultarás tu sistema y sabrás qué es lo que tienes que hacer.

Sin embargo, cada vez que te saltes una regla de tu sistema, estarás dando un paso atrás, no sólo porque lo estés haciendo mal y probablemente pierdas dinero, sino porque estarás minando tu confianza. Te estarás diciendo a ti mismo no que eres firme ni consistente.

Todos somos humanos, y todos nos saltamos nuestro sistema alguna vez. Cuando esto suceda, sé valiente, cierra la posición y haz borrón y cuenta nueva. No te flageles y tires todo por la borda. Asume que has cometido un error, decide no volver a cometerlo y continúa haciendo las cosas bien, como hasta ahora.

La disciplina de hierro lo es todo. Sé firme y, si alguna vez cometes un error, no te preocupes. Regresa a tu sistema de trading con más disciplina que nunca.

Cuarta clave mental para el éxito en Bolsa:

4.- Sé humilde y mantente humilde.

Esto tiene un significado doble. Por un lado, quiere decir que, por muy bien que te vayan las cosas, no te confíes. Creerse el rey del mambo es sinónimo de enormes pérdidas o ruina. El mercado cambia muy rápido y lo que hoy te funciona mañana te hace perder toneladas de dinero. No te confíes.

La Bolsa es tan difícil que, cuando enganchas dos o tres operaciones buenas seguidas, ya crees que «lo has conseguido» y que «ahora ya controlas», etcétera, etcétera… ¡Pamplinas! En cuanto te olvides de que eres una cucaracha en el mercado, te lloverán sopapos por todas partes. No te confíes.

Por otra parte, «sé humilde» significa que te dejes el ego en casa y, cuando vengas a operar, olvídate de empeñarte en llevar la razón, olvídate de conceptos como «acertar» y olvídate de demostrar al mundo lo bueno que eres.

Hay mucha gente que ha encontrado un truco para hacerse más fácil esta tarea: No contarle a nadie lo que hace. Así, tampoco tiene que contar que ha perdido dinero con sus operaciones. Esto no es malo en sí, pero hay mucha gente a la que le avergüenza perder dinero en Bolsa, pues socialmente, esto se asocia a fracaso.

La realidad del asunto es que, aún haciéndolo estupendamente bien, tienes que perder dinero en Bolsa. Forma parte del juego. Incluso, estadísticamente hasta las malas rachas prolongadas están ahí. Las vas a sufrir, es inevitable. Por lo tanto, si te resulta difícil hablar de esto, entonces no le cuentes a nadie lo que compras, lo que vendes, ni lo mucho que te equivocas.

Es fundamental tener muy claro que no se puede ganar sin perder. El trading es un juego de probabilidades, donde tratas de ganar lo máximo cuando ganas y perder lo mínimo cuando pierdes. Pero es absolutamente inevitable que pierdas muchas veces, y en ocasiones, mucho dinero. No pasa nada. Forma parte del juego.

Por eso, cuando hayas apostado a la baja y el precio se empeña en subir, no te empeñes tú en que el precio al final bajará. Antes de que lo haga vendrás lloriqueando que has perdido mucho dinero. Y te estará bien, por orgulloso. Ya sabes, el ego en casa.

Recuerda: No te confíes cuando te vaya bien y no te empeñes en decirle al mercado lo que tiene que hacer. Sé humilde y mantente humilde.

Quinta y última clave para aprender a especular en Bolsa y no morir en el intento:

5.- Paciencia.

Lo primero que hace alguien que quiere aprender a operar en Bolsa (vamos a llamarle García) es saltarse todos los pasos posibles e intentar directamente hacerse millonario en Bolsa.

Por lo tanto, García escucha una recomendación del vecino del quinto. Acto seguido, invierte todos sus ahorros en comprar acciones del BBVA. El BBVA baja. García, muy estoico él, aguanta pensando «Ya subirá, ya…». Pero el BBVA sigue bajando. Y baja. Y baja. Y baja. En ese momento, García no puede soportarlo más y vende. Es entonces cuando dice aquello de «No quiero saber nada de la Bolsa. Al menos en una buena temporada». (Por supuesto, justo entonces es cuando el BBVA comienza a subir como la espuma).

En el hipotético y poco probable caso de que García lo vuelva a intentar, esta vez sacará la recomendación de algún gurú de la tele o incluso de un periódico financiero.

Ya no te tengo que contar cómo le irá esta vez ¿verdad?

¿Mentalidad de García? Incorrecta.

¿Control de riesgo de García? Inexistente.

¿Gestión de capital de García? Nula.

¿Habilidades ténicas de García? Desaparecidas.

¿Programa de mejora contínua de García? Hombre, aprendió que no se puede fiar del vecino del quinto, pero como siga poniendo en riesgo todos sus ahorros a golpe de recomendación, tampoco va a llegar muy lejos…

Resulta obvio que el primer consejo que le tenemos que dar a García es: «Paciencia».

Lo primero es darse cuenta de que, antes de ganar, toca aprender. Lo segundo, es que esto lleva tiempo.

En el fondo, todo es una cuestión de ir conociendo el terreno y amueblando la cabeza en consonancia. Librarte de la urgente necesidad de comprar es el primer paso de una paciencia que deberás aplicar a lo largo de tu carrera como especulador.

No esperes hacerte rico en dos días. Es más, no esperes aprender a especular en Bolsa en dos días, ni en dos semanas, ni siquiera en dos meses. Yendo un poco más despacio avanzarás mucho más rápido. Paciencia.

Resumiendo las cinco claves de la actitud que triunfa en Bolsa son:

1.- Tu prioridad es aprender, por encima de hacer dinero. 2.- Minimiza el riesgo en todo lo que hagas. 3.- Sigue tu sistema con una disciplina de hierro. 4.- Sé humilde y mantente humilde. 5.- Sé paciente contigo mismo.

3. CAPITAL NECESARIO

CAPITAL NECESARIO

Igual que no hay que confundir especular en Bolsa con aprender a especular en Bolsa, tampoco hay que confundir el capital necesario para especular en Bolsa con el necesario para aprender a especular en Bolsa.

Si lo que quieres es aprender, entonces te bastarán 1000€ aproximadamente durante el primer año. Mejor si son 1500.

600 euros es el capital mínimo para abrir una posición y que no te machaquen las comisiones.

En posiciones muy pequeñas (de pocas acciones), las comisiones representan un porcentaje importante del total. Así que si ganas, la mayoría se perderá al compensar las comisiones. Si pierdes, estos gastos agrandarán mucho la pérdida en relación a lo debido puramente al movimiento en contra del precio.

Con 600€, no esperes grandes cosas. Es sólo una cifra que te permite entrenar, teniendo una operación abierta de cada vez y, si perdieras, posiblemente deberías reponer unos 50€ para estar en condiciones de volver a intentarlo; por eso te recomiendo directamente que empieces con 1000€.

Si partes de 1500€, entonces podrás llevar dos posiciones a un tiempo, y practicarás más rápidamente.

Mover más capital en tus primeros intentos sólo te llevará a perder más dinero. Además, no tiene sentido que lleves más posiciones en paralelo, puesto que no vas a ser capaz de gestionarlas como es debido, y para eso, mejor no abrirlas.

Así que, quédate con esta cifra: 1000 o 1500 euros para empezar a practicar es una buena cantidad, aunque tengas 300.000€.

Aparte de todo esto, podemos hablar de cuál es el capital mínimo necesario para especular en Bolsa con cierta solidez. Esta cifra la van a marcar las comisiones que consigas y la diversificación que apliques.

Aquí tienes un artículo con el que podrás hacerte una idea más detallada:

4. MANOS FUERTES Y MANOS DÉBILES

MANOS FUERTES Y MANOS DÉBILES

En el mercado hay dos tipos de jugadores: Las manos fuertes y las manos débiles.

Las manos fuertes son los llamados tiburones del mercado. Normalmente se trata de grandes instituciones financieras que manejan enormes cantidades de dinero y son capaces de alterar visiblemente el precio.

Por otra parte, están las manos débiles, que somos tú y yo, y que no tenemos capacidad para subir o bajar el precio de manera visible.

Pero es que, a su vez, dentro de las manos débiles, hay dos tipos de personas: Los que saben lo que hacen y los despistados.

Especular en Bolsa es un juego de habilidad y el que gana se lleva el dinero del que pierde. No te voy a negar que las manos fuertes le sacan el dinero a las manos débiles. Pero aquí es donde quiero que te fijes: Los tiburones le sacan el dinero a los pececillos, pero sólo a los pececillos despistados.

Si eres un pececillo listo, no sólo te librarás de la gran mayoría de las dentelladas de los tiburones, sino que además te aprovecharás de sus movimientos y, de paso, le ganarás la partida a los pececillos despistados.

El juego de las manos fuertes consiste en comprar muchísimas acciones poco a poco, sin que se note. A esto se le llama acumulación. Después, compran de golpe un buen paquete de acciones y así provocan un chispazo al alza en el precio.

Las manos débiles despistadas, empiezan a ver bonitas velas verdes y se lanzan a comprar. Evidentemente, los tiburones sonríen encantados al ver como los pececillos están haciendo subir sus acciones.

Los pececillos despistados son como las gaviotas, en cuanto ven a un grupito en un sitio, se lanzan todas las demás. Así que, cuanto más sube el precio, más manos débiles (y eufóricas) se lanzan a comprar.

Los tiburones, que saben que el precio ya ha llego al límite de lo razonable, empiezan a vender sus acciones a los pececillos, que siguen comprando como locos.

Cuando parece que la situación ya no da más de sí y que la tendencia al alza se frena, las manos fuertes se encargan de poner en los medios noticias estupendas del valor que están vendiendo. Al fin y al cabo, el despistado siempre compra impulsado por rumores, noticias en los periódicos y en televisión y, muchas veces, por el sentimiento de «tonto el último» o de «todos se están forrando menos yo».

A este fenómeno, en el que las manos fuertes se dedican a deshacerse de sus acciones sin que el precio se derrumbe, mientras las manos débiles compran, se le llama distribución.

Nosotros trataremos de detectar los movimientos de los tiburones y copiar sus maniobras. Actuaremos como una rémora ¿Que compran? Compramos ¿Que venden? Vendemos.

Lo que nos distinguirá de los pececillos despistados será nuestra capacidad de ignorar las noticias, los periódicos, los rumores, los consejos de los expertos y las declaraciones de unos y otros. Si nos mantenemos fieles a lo que vemos, nos vamos a equivocar poco, pues estaremos copiando los movimientos de los grandes profesionales del mercado.

5. CÓMO GANAR DINERO CUANDO LA BOLSA BAJA

CÓMO GANAR DINERO CUANDO LA BOLSA BAJA

Es relativamente cierto que a largo plazo la Bolsa siempre sube. Pero hay un hecho innegable que tenemos que afrontar: La Bolsa baja, baja mucho, y normalmente, baja muy rápido.

¿De qué nos sirve acumular ganancias lentamente si luego dejamos que el mercado se las lleve de un plumazo?

Por otra parte, si aproximadamente la mitad del tiempo la Bolsa baja ¿por qué no íbamos a aprovecharnos de ello?

Aunque parezca mentira, la mayoría de la gente no sabe que se puede ganar cuando el precio cae. Pero, aún peor, hay un alto porcentaje de los que sí lo saben, al que le produce rechazo apostar a la baja. Hay que dejar todos estos miedos atrás, porque interesarse por las bajadas es una alternativa muy buena para extraer dinero del mercado, aunque sólo sea porque estarás haciendo lo que la mayoría no hace.

¿Cómo se puede ganar dinero cuando la Bolsa baja?

Si lo piensas, tu ganancia es lo que valen tus acciones cuando vendes, menos lo que valen cuando compras. Pero nadie dijo que tengas que comprar primero y vender después.

¿Y si lo hicieras al revés? Si primero vendes a un precio alto y después compras a un precio bajo, te embolsas la diferencia. ¿Qué te impide hacerlo?

Ya sé lo que me vas a decir: No entiendo. Yo no puedo vender una cosa que no es mía.

Yo no estoy tan de acuerdo con eso.

Imagina que yo te envío dinero desde mi cuenta bancaria a la tuya ¿Qué es lo que sucede?

Que un ordenador le resta esa cantidad a mi cuenta y se la suma a la tuya ¿Dónde está el dinero? En ningún lado ¿Dónde estaba antes? En ningún lado.

Esto es lo mismo en un broker. Cuando compras acciones, el broker no te envía un paquete de títulos a casa por un mensajero ¿verdad?

Simplemente, un ordenador resta en tu cuenta de dinero y suma en tu cuenta de acciones. ¿Dónde está el dinero? No está ¿Y las acciones? Tampoco están. Sólo son números.

Así que, si no tienes acciones para vender, el ordenador puede hacer la resta exactamente igual y anotarte un número negativo. Conceptualmente, podemos interpretar que el broker te las presta, pero en realidad nada cambia de manos.

Cuando compres lo que has vendido, el número negativo desaparecerá y todos contentos.

A esta forma de operar se le llama vender corto. Vendes lo que no tienes para comprarlo más tarde.

¿Cómo se hace para vender corto?

No todos los brokers permiten vender corto. En Estados Unidos, cualquier broker te permitirá posiciones cortas en acciones. La única diferencia es que, además de poder comprar y vender, puedes vender corto y comprar para cubrir.

No hay más. De repente, a ti te gustarán las velas rojas y en cambio no querrás ver las velas verdes. No tiene ninguna complicación. En cambio sí que tiene algunas ventajas, como que, por ejemplo, las bajadas suelen ser muy rápidas, así que la exposición al riesgo del mercado es mucho menor y sin embargo el beneficio es el mismo. Ganamos más en menos tiempo.

En España es muy difícil, si no imposible, encontrar un broker de acciones que nos permita posiciones cortas. Sin embargo, tenemos los CFD.

Los CFD son un producto financiero derivado. Constituyen su propio mercado, pero replican con bastante precisión los movimientos de las acciones. A efectos prácticos, podemos utilizarlos exactamente igual que si fueran acciones.

Hay brokers especializados en CFD, aunque la mayoría de los brokers convencionales nos permiten operar con ellos. La gran ventaja de los CFD es que nos posibilitan ponernos cortos en valores españoles y europeos.

En los CFD se puede utilizar apalancamiento, esto es, mover más dinero del que tenemos, pero eso es un arma de doble filo que hay que desterrar por sistema. Salvo casos muy particulares, el apalancamiento es la mejor forma de fulminar tu cuenta de trading a la velocidad de la luz.

En resumen, si nos abrimos una cuenta con un broker americano, directamente podremos operar a la baja en acciones. Para España, y Europa en general, tenemos la alternativa de operar con CFD.

Abrir y cerrar cortos es tan fácil como abrir y cerrar largos, así que no tienes por qué perder dinero cuando la Bolsa baja. Todo lo contrario, ¡aprovéchate de las bajadas y gana dinero cuando todos se apartan!

Si todavía no tienes broker, aquí puedes elegir:

6. CFD. UN ARMA DE DOBLE FILO

CFD. UN ARMA DE DOBLE FILO

CFD es el acrónimo de «contrato por diferencia». Es un producto derivado y puede sernos de gran utilidad, pero tenemos que saber utilizarlo. Los CFD son un arma de doble filo.

Es bastante difícil, si no imposible, encontrar un broker de acciones en España que te permita adoptar posiciones cortas (esto es, vender primero y comprar después para beneficiarnos de las bajadas de la Bolsa).

En USA esto está resuelto, si te abres una cuenta de tipo «margin account» en un broker de acciones, ponerse corto es igual de fácil que ponerse largo. Sin embargo, en España, para ponernos cortos en Telefónica, por ejemplo, lo más habitual es recurrir a los CFD.

En la práctica, los CFD pueden ser tratados, casi al 100%, como si fueran acciones. La única diferencia es que los CFD permiten apalancamiento. Esto significa que puedes mover más dinero del que realmente tienes.

Además, no hay que olvidar que no son acciones, sino que son fotocopias que se mueven en un mercado paralelo que copia los precios de las acciones en tiempo real.

Este detalle hay que tenerlo especialmente en cuenta en lo brokers de CFD que son creadores de mercado, porque el precio de los CFD no replica con total precisión al precio de las acciones.

Esto hace que operar a corto plazo en base a gráficos de ProRealTime, por ejemplo, no sea buena idea. En una operativa de medio plazo, en la que dos o tres décimas en el precio no importan nada, se puede trabajar perfectamente con este tipo de brokers, que suelen ser mucho más baratos.

Lo bueno de los CFD es que son cosas que tú puedes comprar y vender como si fueran acciones de Telefónica, o de Google, o de Siemens; pero también puedes operar con CFD sobre índices bursátiles, como el DAX o el S&P500, y también sobre bonos o materias primas como el trigo o el oro.

Veamos el apalancamiento: Para hacer el ejemplo fácil, pensemos en CFD sobre acciones de Inditex, que supongamos que cotiza a 70€.

Si comprase 100 acciones normales, tendría que tener al menos 7000€ en mi cuenta con el broker e invertir esos 7000€ en esa posición. Si sólo tengo 7000€, compradas las 100 acciones, ya no puedo hacer nada más.

En cambio, si compro 100 CFD de Inditex, sólo tengo que darle al broker un pequeño porcentaje llamado garantía, un 4% por ejemplo. Es decir, con 280€ muevo el equivalente a 7000€.

¿Que Inditex sube un 5%? Yo gano el 5% de 7000€, que son 350€ (y eso que sólo puse 280€).

¿Que Inditex baja un 5%? Yo pierdo el 5% de 7000€, que son 350€. Es decir, puedo perder más de lo que tengo. El apalancamiento tiene su lado bueno y su lado malo.

Ya, de partida, mi broker no me va a permitir perder 350€ si sólo tengo 280€ en mi cuenta. Antes de que llegue la sangre al río, el broker corta por lo sano y me saca del mercado.

Por otra parte, el apalancamiento podemos usarlo si queremos. Si no queremos, no.

Verás, si yo tengo 7000€ en mi cuenta y compro 100 CFD de Inditex, estoy comprando mucho menos de lo que podría, pero no me estoy apalancando, porque tengo tanto dinero como el capital que controlo: 7000€.

Además, el apalancamiento podemos regularlo. Decíamos que el broker me exige un 4% como garantía para comprar Inditex. Eso es apalancarse 25 veces. Por cada 25 CFD que compro, yo sólo tengo que pagar uno.

Me puedo apalancar cero veces, pagando todos los CFD que compro. Y me puedo apalancar 2 veces, pagando sólo la mitad de lo que compro o, lo que es equivalente, comprando el doble de lo que teóricamente puedo.

Por ejemplo, tengo 7000€, compro 100 CFD de Inditex. No me estoy apalancando, aunque sólo haya bloqueado 280€. Pero, si además compro 100 CFD de Acciona, pongamos que también a 70€ por simplificar, entonces estoy moviendo 14000€, aunque yo sólo tengo 7000€. Me he apalancado por 2. Estoy moviendo el doble de lo que tengo.

Te pongo estos ejemplos para que comprendas lo peligroso que puede llegar a ser el apalancamiento. Se le puede sacar partido, pero hay que saber cómo. Lo habitual es que los novatos piensen que apalancándose se van a hacer ricos rápidamente, cuando en realidad, lo que sucede es que se arruinarán rápidamente.

El apalancamiento no es gratis. Además, cuesta dinero. Cuando tu abres una posición compradora, poniendo por ejemplo, sólo el 4% del dinero, el broker te está prestando el 96% restante… y te cobra intereses por ello. Estos intereses no suelen ser altos, pero suman un gasto que no debe ser olvidado. Sin embargo, cuando abres cortos, es el broker el que «te debe los CFD a ti», así que te tiene que pagar él a ti los intereses.

¿No pensarás que le broker te va a pagar, verdad? Correcto, no te paga. Tienen la cuenta hecha de tal manera que, en la práctica, cuando te toga pagar, pagas y cuando le toca pagar, simplemente no te cobra.

No obstante, para abrir posiciones largas ya tenemos las acciones reales y no necesitamos recurrir a CFD en la mayoría de los casos, por lo que, si en las posiciones cortas no tenemos gastos de financiación, ya nos apañamos perfectamente.

Vamos a ver ahora cómo utilizar el apalancamiento:

Supón que tienes una cuenta de 30.000€ y sabes que el broker de CFD te va a exigir como máximo una garantía del 10% en tus posiciones.

Lo que haces es, por un lado mandas sólo 3000€ al broker de CFD y los 27.000€ restantes no los tocas, los dejas en un lugar seguro en el que te rindan un pequeño interés.

¿Qué logras con esto?

Ganar dinero a dos bandas. Lo que logres con tu operativa en renta variable y además, lo que ganes con renta fija.

Además, esto tiene de bueno que, incluso cuando tengas parado el dinero en el broker, realmente, el grueso de tu capital destinado a los CFD sigue trabajando lentamente para ti.

Esto nos puede servir para contrarrestar los gastos de financiación las pocas veces que vayamos largos con CFD y para sacarle un rendimiento extra a nuestro dinero cuando nos pongamos cortos.

Lo que no puedes hacer y que entraña un gran peligro, es que respaldes los 3000€ con unos 27.000€ que acabas arriesgando tanto o más en cualquier otro mercado. Así, te estarías apalancando dejando de lado el control del riesgo; y ya sabes que pasar del control del riesgo hace que arruinarse sea una cuestión de tiempo.

Por último, hay activos que se mueven más rápido que otros. Por ejemplo, ver un 2.5% de subida en acciones como Harley Davidson o Las Vegas Sands es lo habitual. En cambio, para ver esa subida en un bono suelen pasar semanas.

En este caso, para sensibilizar el avance de un producto tan lento, sí que podemos apalancarnos. En cualquier caso, no podemos pasarnos e incluso en el bono más lento, no deberías apalancarte más allá de ocho veces.

Resumiendo: Los CFD pueden ser muy útiles. No nos interesan por el apalancamiento, sino porque nos permiten adoptar posiciones bajistas en la Bolsa española y europea en general. Además, tienen la ventaja de que nos facilitan entrar en bonos y materias primas.

7. STOP LOSS

STOP LOSS

Un stop loss es una orden que le das a tu broker para que cancele tu posición si las cosas se ponen feas.

Siempre que entres en el mercado deberás estar protegido por una orden de este tipo. Así, si el precio se mueve en tu contra, tus pérdidas serán pequeñas y controladas.

Tener colocada una orden stop loss te dará tranquilidad y seguridad y es el primer paso para un buen control del riesgo.

Aunque lo difícil viene ahora:

  • ¿Dónde colocar el stop loss inicial?
  • ¿Cómo moverlo conforme avanza el precio?

Te dejo a continuación una completa guía sobre el stop loss:

8. CONTROL DEL RIESGO

CONTROL DEL RIESGO

Normalmente, uno desde fuera empieza queriendo aprender los mecanismos de la Bolsa, averiguar el cómo funciona. Después se da cuenta de que esto es mucho más difícil de lo que parecía, así que surge la necesidad de aprender a manejar gráficos de precios.

Una de las claves para triunfar en Bolsa es no llevarse un golpe demasiado fuerte demasiado rápido. Para lograrlo, la única salida es aprender a controlar el riesgo lo antes posible.

En realidad, el control del riesgo es el pegamento que debe unirlo todo mientras aprendes, y también después, cuando ya eres capaz de extraer dinero del mercado de forma consistente.

Control de riesgo es tener muy claro el orden de prioridades: Tu objetivo es aprender, mientras ejecutas bien tu plan, y no ganar dinero.

Control de riesgo es que el dinero de tu cuenta de trading sea un dinero que te puedas permitir perder.

Control de riesgo es acompañar todas tus posiciones de un stop loss.

Control de riesgo es dimensionar adecuadamente tus posiciones para que cuando el mercado te regale un buen bofetón, tú puedas seguir adelante sin inmutarte.

Control de riesgo es documentar minuciosamente tus operaciones para poder aprender de ti mismo y darte cuenta a tiempo que debes adaptarte al mercado.

Control de riesgo es saber esperar a sincronizarte con el mercado para entrar con el sentido del mercado y surfear en lugar de chocar con las olas.

Control de riesgo es aumentar la apuesta cuando ganas y rebajarla cuando pierdes.

Control de riesgo es aprender a leer el mercado y saber interpretar las señales que te avisan de cuando los precios están mintiendo.

Control de riesgo es no empeñarte en sostener operaciones que se desarrollan en tu contra.

Control de riesgo es saber no contabilizar cuánto llevas ganado antes de cerrar la posición.

Control de riesgo es, en esencia, saber que, en cuanto te descuidas, el mercado hará de ti un cadáver en la cuneta. Asegúrate siempre de andar con pies de plomo.

Para saber más, aquí tienes un completo artículo sobre el control del riesgo en trading:

9. GESTIÓN DE CAPITAL

GESTIÓN DE CAPITAL

Aplicar una buena gestión de capital marca la diferencia entre ganar y perder. Es más importante de lo que parece y quiero que le prestes mucha atención.

La gestión de capital es esa parte del sistema de trading que nos dice cuánto arriesgar y cuánto invertir en cada momento.

Recuerda que el capital arriesgado y el capital invertido no son lo mismo. No todo el capital invertido está en riesgo.

El capital arriesgado es esa porción del capital invertido que podemos perder en un determinado momento si todo nos sale mal. Como en todas nuestras operaciones siempre tenemos colocado un stop loss de seguridad, si el precio se mueve al revés de como pensábamos, nunca perderemos todo lo invertido, sino que perderemos sólo una parte, que es una cantidad que fijamos previamente, antes de abrir la posición.

Controlar el riesgo aplicando una buena gestión de capital es algo sencillo que está perfectamente a nuestro alcance. Sin embargo, sólo por hacerlo, nos estaremos blindando ante la bancarrota y también ante el estrés y los malos ratos que comúnmente se asocian a la Bolsa.

Para gestionar el capital correctamente sólo hay que proceder de este modo:

Imagina que hemos llegado al gráfico de un valor en el que queremos entrar.

Lo primero que hacemos es análisis técnico y, mirando las velas japonesas, determinamos los puntos del gráfico en el que pondremos nuestra orden de entrada y nuestro stop loss. Lo hacemos atendiendo a un criterio puramente geométrico, pensando en detalles como «debajo de este soporte», «un poco más alejado de aquella vela», etc.

Después consultamos los precios a los que corresponden esos dos puntos. Por ejemplo, la entrada en $51.4 y el stop loss en $49.7.

Si te fijas, por cada acción que compremos, como máximo perderemos la distancia entre la entrada y el stop loss, por lo que el capital arriesgado es esta distancia multiplicada por el número de acciones que vamos a mover. A esto, también hay que sumarle los gastos. Ya sabes, comisiones de entrada y salida, deslizamientos, comisiones de custodia, etc.

Leyenda: Riesgo = |entrada – stop loss| x nº acciones + gastos

Dejando los gastos a un lado, fíjate que el riesgo no es más que una distancia. Esta distancia la marca el gráfico, y nosotros no podemos acortarla, porque si no se nos dispararía el stop loss injustificadamente.

Sin embargo, lo que sí que podemos hacer para asumir el riesgo que queramos es aumentar o disminuir el número de acciones de nuestra posición.

Veámoslo en nuestro ejemplo: Habíamos dicho que entraríamos en $51.4 con stop loss en $49.7; por lo tanto, arriesgaremos $1.7 por cada acción que compremos.

¿Que compramos 10 acciones? Arriesgamos $17 + gastos ¿Que compramos 1000? Entonces estaremos arriesgando 1700 dólares.

Por lo tanto, para saber cuantas acciones comprar (o vender corto), lo que tenemos que hacer es que averiguar cuánto riesgo estamos dispuestos a correr en cada operación.

Realizar una buena gestión de capital consiste exactamente en hacer eso: Deducir cuántas acciones mover después de calcular cuánto riesgo asumir.

Uno podría pensar que, si se tiene un sistema ganador, el riesgo a asumir es cuanto mayor mejor.

Sin embargo, contra lo que comúnmente se piensa, arriesgar más no siempre lleva a ganar más. Se trata de una montaña:

Si no arriesgas nada, no puedes ganar nada (ni perder nada). Si arriesgas muy poquito, puedes ganar muy poquito. Conforme vas aumentando la cantidad arriesgada vas aumentando también el beneficio que puedes ganar si te sale bien. Sin embargo, esto tiene un tope. Existe un punto a partir del cual, cuanto más arriesgas menos ganas. Y, de hecho, existe otro nivel de riesgo aún más alto, a partir del cual, no importa lo que hagas, te arruinas rápidamente, incluso con un sistema ganador.

Piensa en los resultados de operar no de forma individual, sino como una serie de operaciones, con algunas ganadoras y otras perdedoras. Si tenemos un sistema ganador, lo que ganamos cuando ganamos supera a lo que perdemos cuando perdemos, incluso aunque ganemos muy pocas veces. La clave es que las pérdidas no nos dejen fuera de combate.

La idea es que, si arriesgamos demasiado, podemos quedarnos sin capacidad de recuperarnos en las siguientes operaciones, por mucho que ganemos antes de que vuelva a aparecer una operación perdedora.

Por ejemplo, imagina que tienes un sistema que gana la gran mayoría de las veces y tu capital es 100. Si arriesgas el 90% y pierdes, te quedas con 10 ¿Te das cuenta de que tienes que ganar una barbaridad de veces seguidas para que tu capital crezca y cada vez que pierdes lo hundes por completo?

Arriesgar mucho no es bueno, es muy malo. Cuál es el proporción óptima a arriesgar depende de los resultados particulares de tu sistema. Después te enseño cómo calcularla. Pero, en cualquier caso, quiero que te quede clara la idea de que es mucho más perjudicial arriesgar de más que de menos, incluso con un sistema ganador.

El asunto es averiguar qué porcentaje de nuestra cuenta de trading es adecuado arriesgar para así calcular cuántas acciones negociar. No es una cuestión de cuánto dinero tenemos para invertir, sino de cuánto podemos arriesgar.

Así que, no sólo hay que considerar cuánto dinero invertir en nuestra próxima operación, sino que hay que pensar sobre todo en cuánto es conveniente arriesgar. El gráfico nos dirá la relación que hay entre lo arriesgado y lo invertido; de modo que, partiendo del riesgo que podemos asumir, deducimos cuánto invertir.

Por lo tanto, puede suceder que nos veamos limitados bien por el riesgo disponible o bien por el capital disponible. Nos puede pasar que el sistema nos diga «Compra 8000 acciones, que estás arriesgando muy poquito por acción», pero como la acción está a 25€ y nosotros sólo disponemos de 10.000€, tenemos que conformarnos con invertir los 10.000€, que son 400 acciones.

También nos puede suceder al contrario. El sistema nos dice «Compra 30 acciones» y nosotros, que tenemos dinero como para comprar 400, tenemos que limitarnos e invertir sólo una pequeña parte de nuestro capital para no incurrir en un riesgo excesivo.

Recuerda: Primero averiguamos el riesgo que vamos a asumir y después deducimos cuántas acciones negociaremos. De este modo realizaremos un control del riesgo eficaz.

10. CÓMO DIVERSIFICAR

CÓMO DIVERSIFICAR

Diversificar tiene grandes ventajas si se hace bien:

Por un lado, suaviza nuestra curva de resultados. Al diversificar nuestros resultados muy buenos y muy malos siempre estarán acompañados de otros resultados más típicos y su efecto se notará menos en el total en cada momento. Así que, si tenemos un sistema ganador y diversificamos, nuestra cuenta de trading irá engordando sin grandes brusquedades.

Por otra parte, nos permite realizar más operaciones en el mismo tiempo, lo que le da a nuestra operativa mayor velocidad de adaptación al mercado.

Cuando hablamos de diversificar pensamos en diversificar muchas cosas:

Diversificamos valores. No tenemos por qué apostarlo todo al Banco Santander, podemos repartir el riesgo y meternos también en BBVA.

Diversificamos sectores. No tenemos por qué ceñirnos a los bancos, podemos repartir con Endesa, Mapfre y Telefónica; de modo que nos metemos en el sector energético, asegurador y de telecomunicaciones.

Diversificamos países. Además de Telefónica, nos podemos meter en Deutsche Telekom, en Vodafone e incluso en Nokia.

Diversificamos mercados. Podemos pensar, no sólo en acciones, sino también en materias primas, bonos o divisas.

Diversificamos estrategias. No es bueno cegarnos en un marco temporal. Es conveniente tener planes a corto, medio y largo plazo.

Ahora te voy a dar el concepto clave de la diversificación. Presta atención: Diversificar no es repartir capital, es repartir riesgo.

Evidentemente, si repartes capital, estarás repartiendo riesgo, pero lo que no sabes es cuánto ni cómo. La idea es que deduzcas cuánto capital asignar a cada bloque a partir de cuánto riesgo asignar a cada bloque.

Todo viene de la diferencia que ya conoces: No es lo mismo capital invertido que capital arriesgado. El capital arriesgado (o riesgo) es una pequeña parte del capital invertido.

Ya hemos visto cómo calcular cuánto es adecuado arriesgar en cada momento. Lo que vamos a analizar ahora es cómo dividir ese riesgo.

Para saber cómo repartir el riesgo, tenemos que considerar dos aspectos:

1.- Cómo eres tú 2.- Qué estamos haciendo

El primer aspecto para calibrar el riesgo es el más importante.

Si tu perfil de riesgo es agresivo, entonces ponderarás más el corto plazo, querrás arriesgar más y estarás dispuesto a llevar golpes más fuertes. Si tu perfil de riesgo es defensivo, tratarás de repartir más en productos más estables y diversificados (como los ETF, por ejemplo). Acuérdate siempre de que, repartas como repartas, estés a gusto con tu ponderación de riesgos. Si no, te costará mucho tomar las decisiones adecuadas.

En segundo lugar, tienes que saber lo que estamos haciendo. Por ejemplo, si estamos pensando en repartir riesgo entre cuatro valores del mercado español, no hay que complicarse la vida. Dividimos el riesgo en cuatro partes iguales y listo. Sin embargo, si estamos ponderando cuánto riesgo asignar al mercado de bonos y cuánto al de acciones, entonces nos convendría hacernos una idea de en qué parte del ciclo de negocio estamos para tomar esta decisión. Seguramente, sea buena idea dar más peso al Bono o a la Bolsa en función del momento concreto.

Vamos ahora a aclarar el concepto de repartir el riesgo:

La idea es que has de repartir tu riesgo y dimensionar la posición para consumir ese riesgo.

Pensemos en un caso sencillo, en el que arriesgas un 3% de tu cuenta.

Si quieres simultanear siempre tres posiciones en Bolsa y tienes 3.000€ de riesgo disponible; entonces lo razonable es que dediques 1000€ de riesgo a cada posición.

Imagina que la primera posición es Acciona a 80€, con stop loss en 75€. Entonces te caben con 1000€ de riesgo disponible para la operación, entre 5€ de riesgo por acción = 200 acciones de Acciona. Arriesgas 1000€, pero inviertes 16.000€.

Además, quieres comprar Endesa a 23€ con stop loss en 22€. Pues entonces ya sabes que puedes comprar 1000/1= 1000 acciones de Endesa. Arriesgas 1000€, pero inviertes 23.000€.

Por último, puedes abrir una tercera posición en Gas Natural a 12.5€, con stop loss en 12.4€. Puedes comprar 1000/0.1 = 10.000 acciones, lo que supone una inversión de 125.000. Aunque tienes riesgo disponible, no tienes capital para afrontarla. Por lo que te conformas con comprar sólo (100.000€ – 23.000€ – 16.000€)/12.5 = 4880 acciones, que son menos de la mitad de las que tu riesgo te permite; pero es que el dinero no te llega para más.

¿Cuál es el problema? Ninguno. Si todo sale mal, perderás menos de 3000€.

En cambio, si repartes capital invertido en lugar de capital arriesgado, te encontrarás con que tienes que elegir entre dejar parada una buena parte de tu dinero o sobre-exponerte al riesgo en un momento dado; por lo que cuando, un mal día, te salten los tres stop loss a la vez y habrás perdido muchísimo más de esos 3000 razonables euros que te recomienda tu gestión de capital acorde con tus resultados.

Por último, ¿en cuántos trozos cortar tu riesgo disponible? Todo depende de cuántas operaciones seas capaz de simultanear manteniendo la calidad en el seguimiento y en la gestión de estas operaciones.

Si no te dedicas a esto en exclusiva, te recomiendo no superar las cuatro operaciones simultáneas, especialmente con la estrategia de corto plazo. Con la de medio plazo, se pueden llevar seis con relativa comodidad. Es mejor hacer poco y bien que mucho y mal. En trading, lo que se hace mal se paga muy caro.

Recordemos: Podemos diversificar, no sólo valores, sino también sectores, países, mercados y estrategias. Si lo hacemos bien, suavizaremos nuestra curva de resultados y nuestro trading será más relajado.

La idea clave es repartir riesgo y no simplemente capital. Eso lo vamos a hacer en función de nuestro perfil de riesgo y de qué es lo que tengamos entre manos, buscando simplificar al máximo siempre que sea posible.

En ocasiones, repartir riesgo nos puede llevar a no utilizar todo nuestro capital disponible, pero esto no es malo, puesto que esa falta aparente de rendimiento es en realidad un control que hemos ganado.

11. MEJORA CONTINUA

MEJORA CONTINUA

Hay gente que se pasa la vida cometiendo los mismos fallos y hay gente que sabe aprender de sus errores y ganarle la partida a los que no lo hacen.

¿A qué grupo quieres pertenecer tú?

El mercado cambia, así que, aunque tú sigas haciendo lo que te funciona siempre igual, llegará un momento, en el que deje de funcionar. Tú mismo cambias, aunque sólo sea porque aprendes y descubres mejoras, no vas a seguir haciendo las cosas siempre igual. Por lo tanto, debes adaptarte a los cambios del mercado, pero también a tus propios cambios.

Además, no siempre estarás al 100%. Uno pasa épocas mejores y peores, muchas veces sin darse cuenta del todo, pero si ves que estás fallando más y tienes una forma de localizar los por qués, entonces te será muy fácil tomar medidas y volver a una posición ventajosa en este juego.

Todo esto, que suena muy abstracto, se puede llevar a la práctica de una forma bastante sencilla. No obstante, si lo dejamos al azar, a la intuición o a la improvisación, no nos va a salir bien (y ya sabes que todo lo que no sale bien en Bolsa cuesta mucho dinero).

Los frentes básicos de una mejora continua son:

1.- Revisar periódicamente las últimas operaciones y ver qué se ha hecho bien y qué es lo que se ha hecho mal. Para poder llevar esto a cabo, hay que documentar las operaciones en un diario de trading en tiempo real al planearlas, mientras se desarrollan y cuando se cierran.

2.- Monitorizar ciertos parámetros de control: Como mínimo, % de operaciones ganadoras y ratio win/loss.

3.- En vista de tus resultados, tanto al revisar el diario de trading como al calcular tus parámetros de control, deberás tomar algunas acciones correctivas. El truco en esta fase es cambiar las cosas muy despacio, introduciendo muy pocos cambios de cada vez.

Por ejemplo, al revisar tu diario de trading ves que no te estás ciñendo bien al plan inicial en muchas de tus operaciones (y con frecuencia descubrirás que mejor te habría ido si lo hubieras hecho). No necesitas más. Tienes una prueba palpable de que, si quieres sacarle dinero al mercado, y no al revés, lo que tienes que hacer es ceñirte a tu sistema.

Otra posibilidad es que, aún ateniéndote al plan, descubras que tienes una proporción de operaciones ganadoras demasiado baja para tu aguante. Si eres de los que prefieren ganar menos más veces, en lugar de ganar más menos veces, entonces tendrás que modificar tu sistema para que te dé señal de entrada en situaciones más claras, aunque aproveche recorridos más cortos en el precio.

Por otra parte, para amoldarse mejor a los cambios. Para esto necesitaremos llevar, además del diario de trading, un registro de operaciones, a modo de contabilidad.

Si conoces tu sistema, en qué condiciones del mercado se comporta mejor y cuáles se le hacen cuesta arriba; si tienes una idea de cuántas operaciones seguidas te pueden salir mal; si llevas al día tu diario de trading y tu registro de operaciones; si mantienes controlados los parámetros clave de tus resultados, entonces es muy difícil que no reacciones ante los cambios del mercado y ante tu propio aprendizaje.

La mejora continua es fundamental para triunfar en el mercado. Aquí no sirve con mantenerse, porque los demás te dejarán fuera. Tienes que mantenerte atento.

Te dejo un enlace para que veas cómo hacer un diario de trading y otro para descargarte una plantilla de «Registro de operaciones»:

12. MALOS MOMENTOS

MALOS MOMENTOS

Tener éxito en Bolsa es una cuestión de habilidad. Esta habilidad se puede entrenar, pero hace falta formación, esfuerzo, perseverancia y no arruinarse por el camino. La verdad es que no es un juego fácil.

A lo largo de tu carrera como trader, especialmente en tu fase de formación más intensa, vas a pasar por momentos malos. Yo he pasado muchas veces por eso y quiero que mi experiencia pueda ayudarte un poco a salir de este tipo de situaciones antes y mejor.

Esta lección te la dedico a ti, para que cuando te sientas desanimado, le eches un ojo a estas líneas y recuerdes que no está todo perdido. El mundo sigue girando y tú puedes hacer lo que quieras en él.

Es muy importante que confíes en tu sistema. La verdad es que casi cualquier sistema, a nada que sea un poco decente, puede ganar dinero en Bolsa. El éxito no está en lo refinado que sea el sistema, sino más bien, en la consistencia y perfección al ejecutarlo que mostremos nosotros. En la inmensa mayoría de los casos, nosotros somos el eslabón débil de la cadena, y no nuestro sistema.

De todas formas, lo habitual es que tu sistema sea más que suficiente. Para que un sistema sea bueno no tiene por qué ser complejo. De hecho, suele ser al revés. Te sorprenderías de ver hasta qué punto son simplones los sistemas de muchos traders profesionales.

Debes ser consciente de que tendrás terribles rachas de pérdidas, aún cuando lo estés haciendo todo bien. Tienen que estar ahí, la estadística dice que la probabilidad de que sucedan es baja, pero que tarde o temprano las sufrirás. No pasa nada, no abandones, confía en ti, confía en tu sistema.

Si estabas pensando en abandonar, yo te recomiendo que hagas dos cosas:

La primera: date dos semanas. Dos semanitas sin operar te vendrán mucho mejor de lo que piensas.

La segunda: Honestamente, ¿estás ejecutando tu sistema de forma consistente y fiel al plan?

Ya sabes lo que tienes que hacer, primero descansar y después volver con más fuerza, disciplina, precisión y consistencia que nunca. Tarde o temprano ganarás más de lo que pierdes.

Si no has sido todo lo disciplinado que debieras, no te preocupes, somos humanos, todos cometemos errores y estás a tiempo de intentarlo de nuevo. Esta vez lo vas a lograr ¡Ánimo!

Otro motivo por el que puedes sentirte mal es porque has perdido mucho dinero:

Esto suele suceder cuando nos metemos en algo más grande de lo habitual y perdemos demasiado y de forma inesperada.

¿Qué quieres que te diga? Puede pasar. De vez en cuando, estas cosas suceden. Nosotros nos pasamos con el riesgo y encima tenemos un golpe de mala suerte.

El remedio no consiste en flagelarse. La solución pasa por asumir que hemos cometido un error y decidir que no vamos a caer en él otra vez. Si no tienes claro cómo pudiste perder tanto dinero, piensa en qué momento te pasaste arriesgando y busca alguna medida para impedir que te vuelva a suceder.

Que el mercado te dé un bofetón no tiene por qué ser malo si tomas nota de ello. Aprovéchate de la lección, aunque todavía te escueza. Esto a la larga te ahorrará dinero, ya verás.

Una desagradable sensación que he tenido bastante es la de desánimo al ver que los meses pasaban y mi cuenta de trading no subía, sino que bajaba o se mantenía en un lateral que nunca terminaba por despegar.

Si este es tu caso, quiero darte ánimos, porque sé que, aunque no lo parezca, es una fase transitoria.

Por un lado debes hacer un repaso intensivo de tu gestión del trading.

¿Realmente estás llevando bien todos los bloques?

¿Tienes la mentalidad adecuada?

¿Estás controlando el riesgo?

¿Tienes el suficiente dominio técnico?

¿Gestionas correctamente tu capital?

¿Estás trabajando sobre la mejora continua?

Por otra parte tienes que repasar hasta qué punto has ejecutado con fidelidad y consistencia tu sistema de trading.

Si no lo llevas todo bien, que es lo normal, entonces ya sabes qué debes mejorar. Si todas las partes del mecanismo están funcionando bien, entonces date tiempo, sigue peleando y disfruta del camino. Vas a lograrlo muy pronto.

Puede ser que te sientas mal porque has dejado tu cuenta herida de muerte.

Si has aniquilado gran parte de tu cuenta de trading, pongamos más de la mitad, tienes un problema financiero muy serio. No en el sentido de que no tengas para llegar a fin de mes (que espero que no sea el caso), puesto que el dinero de tu cuenta de trading es un dinero que no necesitas y del que puedes prescindir, sino porque no vas a poder recuperarte de esa pérdida en un tiempo razonable.

Como sabes, si pierdes un 10%, necesitas ganar un 11% sobre lo que te queda para remontar. Si pierdes un 25%, tienes que ganar un 33% para remontar. Si pierdes un 33%, has de ganar un 50%. Si pierdes la mitad, tienes que doblarte para recuperar.

Si este es el caso, deja de intentar «recuperar». Olvida la sensación de venganza o de remontada. Sólo céntrate en hacerlo bien.

Un 10% es una pérdida normal, un 20% es una pérdida enorme, pero que puede ocurrir de vez en cuando; pero un 50% o más es algo que no deberías permitir nunca.

Pero ¿y si te ha ocurrido? ¿Y si, por el motivo que sea, has fulminado una parte tan grande de tu cuenta que sabes que no te vas a poder recuperar en un tiempo razonable?

No pasa nada ¡No pasa nada!

Si estás aprendiendo a especular en Bolsa y no sólo tirando el dinero por deporte, un error lo puede cometer cualquiera. Este golpe te está diciendo muy claramente una cosa: Eres muy malo controlando el riesgo y controlándote a ti mismo.

Lo primero que tienes que hacer es plantearte si de verdad quieres seguir en esto. Quizás el trading no sea para ti, y este es un buen momento para decidirlo, sin agobios, sin rencores.

Si decides que vas a por todas, entonces tienes que escuchar el mensaje: No has controlado el riesgo, no te has controlado a ti mismo. Por lo tanto, olvídate de tu cuenta.

Es hora de que pases el tiempo que haga falta operando en virtual, hasta que seas capaz de demostrar de nuevo resultados consistentes en tu operativa. Cuando tengas un buen puñado de operaciones ganadoras en tu diario de trading con dinero de mentira es cuando puedes volver al mercado real, evidentemente, a seguir haciéndolo con el mismo rigor y disciplina.

Todo el mundo puede equivocarse y de un fracaso, siempre puede resurgir un triunfador. Asegúrate de que no te engañas a ti mismo y pégale con fuerza. Tú puedes hacerlo.

Espero que mis palabras de ánimo te hayan ayudado.

Al final, lo que te quiero transmitir es una idea muy sencilla: Ya sabemos que los resultados son óptimos cuando actuamos como robots. Pero no somos robots, somos humanos y metemos la pata de vez en cuando. Si este es tu caso, toma nota, levántate con más fuerza que nunca y, ale, a triunfar, que tú y yo tenemos que sacarle mucho dinero al mercado aún.